TRANSGÉNERO ASEGURA QUE CRISTO LO CAMBIÓ
De Ángel Morell probablemente se escuchen comentarios de admiración y glorificación a Dios en las iglesias cristianas evangélicas del mundo. La retórica de Morell logra hacer que se llenen templos, campos de deportes, y un par de invitaciones a medios de comunicaciones televisivos, escritos y radiales con el fin de dar a conocer lo que pasó durante ese lapso de tiempo. Y no es para menos, este joven años atrás era una voluptuosa figura que robaba las miradas de muchos hombres en Nueva York, se apodaba como "Melania París de Hilton", y realizó al menos unas cinco películas pornográficas. El ahora predicador captaba miradas coquetas, deseos, lujuria y hasta propuestas indecorosas; logró llegar a la fama gracias a las múltiples cirugías plásticas que llegó hacerse en su rostro y cuerpo. "Me hice implantes de seno, nariz, liposucción y ahí comienzo a adquirir belleza, hice cinco películas pornográficas y gané coronas de belleza", narra el ex trangénero a 100%Noticias.
Según él, gracias a ello logró entrar a las revistas y periódicos de New York; sin embargo, detrás de esa exótica imagen hay una triste historia llena de abusos sexuales, abandono e incluso rechazos.
"A los tres años fui abandonado por mi propia madre en un basurero. Me llevaron donde mis abuelos, ahí desde los 5 años sufrí abuso sexual por cuatro de mis tíos" narra conmovido.
El religioso relata en los púlpitos con un lenguaje totalmente desinhibido venir "de un hogar totalmente destruido; mis padres practicaban brujería, ocultismo; desde pequeño me pactaron con el diablo, comencé a vivir cosas de niño. A mi padre desde que se dejó con mi madre no lo volví a ver jamás, mi mama tomó un camino muy erróneo de drogas, prostitución y alcoholismo; mi mamá no me dio el cariño que necesitaba y a los 3 años".
Ante las miradas de los espectadores que corean frases tales como" ¡Gloria a Dios; Él es bueno!", el joven prosigue su mensaje haciendo retroceder el tiempo con el desarrollo en la vida que tenía.
"El Ministerio de la Familia me recogió; me encontraron con los pies podridos, ampollas pues mi mamá no me cambiaba el pañal, y tenía una asma crónica, luego me recupero en hospital y me llevan donde mis abuelos, lugar donde mi madre salió huyendo años atrás" rememora.
Cuenta que su abuelo quien se hizo cargo de él, era mujeriego y alcohólico. "Nos insultaba, era una esclavitud, fui abusado sexualmente a los 5 años de edad por un tío, luego por los otros" explica.
Producto de los abusos continuos decide entregarse a una vida llena llena de promiscuidad y lujuria visitando lugares reconocidos en Puerto Rico, de donde es procedente y así inicia toda su vida que lo conduce a las drogas hasta que "vio una luz durante uno de sus shows", misma que le "habló diciéndole: "Vuelve a casa".
Así inició su proceso de conversión donde después de apostar a una vida sin frenos sexuales drásticamente decidió enrumbarse a servicios religiosos y un mensaje totalmente diferente.