En Nicaragua, los diez equipos que compiten en la Liga Primera reciben presupuesto de entidades gubernamentales, como alcaldías y la Policía. Pero dos están en manos de personajes directamente ligados al Gobierno: un nieto de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y el poderoso secretario de la Alcaldía de Managua. A través de ellos, el fútbol se ha vuelto parte del intervencionismo del Estado sandinista en la vida de los nicaragüenses, incluido el uso de recursos públicos para financiarlo.
Es la noche del sábado 20 de mayo de 2023. Se juega la final del fútbol nicaragüense entre el Real Estelí y el Cacique Diriangén (que es el local), en la ciudad de Diriamba. Las tribunas están a reventar, hay juegos pirotécnicos y un ambiente de euforia inigualable. En la cancha son 11 contra 11, pero tras bambalinas hay una lucha más férrea: los zares políticos del fútbol miden fuerzas para ver quién logra el anhelado título.
De un lado, Rafael “Payo” Ortega, nieto de la pareja presidencial (Daniel Ortega y Rosario Murillo), se pasea por el terreno de juego vestido con su camisa Cacique. Aunque no tiene ningún cargo oficial en el equipo, en la práctica funge como presidente supervisando que todo esté en orden y animando a la barra local para que aliente al equipo blanquinegro.
Fuera del estadio, como fiera enjaulada está a espera del resultado del duelo, está Fidel Moreno, el eterno secretario de la Alcaldía de Managua (lo es desde 2009) y el motor económico del Real Estelí, del cual fue presidente durante 14 años. Antes del partido ya ha perdido una batalla contra Payo Ortega. Éste, a pesar de tener pocos años en el fútbol, le dio una cucharada de su propia medicina al lograr que la policía de Estelí prohibiera la salida de buses con fanáticos hacia Diriamba, el terreno visitante. Pero cuando empieza a rodar la pelota, el equilibrio entre los contendientes parece que se restablece.
Hasta hace poco, Moreno era el amo y señor del fútbol nicaragüense. Logró que Real Estelí sostuviera una hegemonía de más de una década como campeón, mientras su acérrimo rival, el Cacique Diriangén -ahora bajo la protección del nieto de Ortega- se hundía en el fango, víctima de la falta de patrocinio y de la fuga de jugadores formados en su cantera, porque en otros equipos les ofrecían mejores salarios y, sobre todo, sí les pagaban.
El fútbol en Nicaragua no es el deporte rey, pero cuenta con una afición sólida y una historia que hace vibrar a las ciudades donde se practica. En ese marco, tanto Rafael Ortega como Fidel Moreno actúan obedientes a su propia voluntad: ambos hacen y deshacen juntas directivas, manejan los patrocinadores y en el caso de Moreno, ha naturalizado extranjeros sin siquiera cumplir las leyes de Migración y Extranjería de Nicaragua.
Ese accionar irregular ha generado consecuencias este año, pues la selección de Nicaragua fue expulsada de la Copa Oro, la máxima competencia entre países de Norte y Centroamérica, por haber incluido en sus alineaciones al jugador uruguayo Richard Rodríguez, quien fue naturalizado de forma incorrecta por el Real Estelí, pues no había cumplido con el tiempo requerido para tener la nacionalidad (vivir tres años consecutivos en el país), como tampoco haber hecho una contribución importante como para merecerla.
El tema de las nacionalizaciones exprés que dejó a Nicaragua sin su lugar en este torneo internacional (y que lo descendió a la Liga B) ha puesto en el escrutinio público a Moreno y al Real Estelí. “Cómo no nos va a doler, si lo que se ganó en la cancha se pierde por decisiones que violentan las reglas de FIFA y de Concacaf, porque han regalado la nacionalidad a todo el mundo para beneficiar a un equipo que se llama Real Estelí”, señala Camilo Velásquez, propietario del medio deportivo Futbolnica.
El cronista deportivo Miguel Mendoza, excarcelado político y hoy desterrado, señaló a Fidel Moreno y a dos dirigentes de la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut) de ser los culpables del fiasco de Nicaragua en la Copa Oro.
“Él es el propietario del equipo más poderoso, con recursos ilimitados para contratar jugadores extranjeros y para repartir ciudadanía a jugadores que puedan fortalecer al equipo. También desde la Alcaldía de Managua tiene al equipo de Managua. Sin olvidar que también tiene intereses en el equipo de la UNAN-Managua. Todo lo que se mueve alrededor del fútbol tiene que ver con Fidel Moreno”.“Estos son los responsables de que Concacaf haya expulsado a Nicaragua. Llevan años usando dinero corrupto para nacionalizar jugadores. Siempre está la mano de Fidel Moreno en todo esto. Y como son ‘brutos con reales’ ni siquiera entienden el reglamento. O tal vez, como están acostumbrados a hacer lo que se les venga en gana, creyeron que podían poner y quitar extranjeros con la ‘Azul y Blanco’ sin respetar las reglas”, dijo el periodista desde Estados Unidos, donde vive desde que fue expulsado del país en febrero junto a otros 221 presos políticos del régimen de Ortega.Miguel Mendoza, cronista deportivo despatriado en Estados Unidos.
Cabe resaltar que tras la sanción a la selección de Nicaragua, ni Fidel Moreno ni las autoridades de Fenifut dieron la cara ante los señalamientos, fieles a la política de no información que se mantiene en todas las estructuras del gobierno.
Esos malos procedimientos, anulaciones de tarjetas rojas en reiteradas ocasiones (como en la semifinal del torneo Clausura de este año, cuando logró que en la mesa se anulara la expulsión a un jugador, según lo confirmó un miembro de la Federación Nicaragüense de Fútbol que por razones obvias preserva su identidad) y millonarias inversiones en el Real Estelí le permitieron a Fidel Moreno consolidarse como el zar que maneja, a su antojo, buena parte del negocio del fútbol nicaragüense.
Así lo hizo hasta que el nieto del presidente empezó a apoyar públicamente a su equipo rival, hace cerca de cinco años, y a manejarlo tras bambalinas también a su voluntad: hasta hizo participar en 2021 a los jugadores del Cacique Diriangén como modelos en las pasarelas de Nicaragua Diseña, la plataforma de modas de su tía Camila Ortega. Una actividad que, aunque no es oficial, es parte del entramado de eventos que los hijos de la familia gobernante organizan al calor del poder y en la que por primera vez se vio a futbolistas profesionales convertidos en modelos, con una marca de moda que en realidad no existe.
Hay que aclarar que estos personajes no son las únicas fichas del sandinismo gubernamental involucradas en el fútbol del país, pero sí los que mayor poder tienen y más plata mueven. Hoy por hoy, la plantilla de “Payo” es la más cara de Nicaragua (950.000 euros) mientras que la del Estelí vale 550 mil euros , según el sitio especializado Transfermark (que calcula estos valores según el precio de transferencia de sus jugadores).
Para entender por qué el fútbol en el país se ha convertido en un asunto de Estado, hay que mencionar que la Policía Nacional, sancionada por el gobierno de Estados Unidos, es dueña del club Walter Ferretti; la Alcaldía de Managua tiene en la Liga Primera al Managua FC; el descendido Juventus pertenece a Reynaldo Mairena, ex diputado y reconocido operario del régimen de Ortega; y todas las alcaldías en cuya ciudad hay equipos desembolsan plata para ellos; esto desde que Moreno empezó a promover la inversión pública en el fútbol.
Militante fiel formado en la Juventud Sandinista (JS) que llegó a convertirse en el todopoderoso secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Antonio Moreno Briones es una de esas fichas inamovibles del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Nació en Estelí, según lo indica el código inicial de su cédula de identidad (161), lo cual justifica su trabajo incansable en favor del Real Estelí y su obsesión por lograr que el estadio de esa ciudad sea aún mejor que el de Managua, cuya construcción fue financiada por Fenifut e inaugurado en 2011 en los terrenos de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua con apoyo de la alcaldía local.
Pese a su lugar de origen, Moreno ha desarrollado su poder desde Managua, donde es la cara de la alcaldía en los sucesos más relevantes. Por ejemplo, es quien aparece en cámaras cuando ocurren desastres naturales, pues es el secretario de la comuna capitalina. Incluso su figura política está por encima de la máxima autoridad municipal, la alcaldesa Reyna Rueda.
Su vínculo con el Real Estelí es de vieja data. En 2004 asumió la presidencia de la junta directiva del equipo y la ejerció durante 14 años. En julio de 2018 fue sancionado por el departamento de Estado de los Estados Unidos con la Ley Global Magnitsky, por lo que decidió renunciar a la institución deportiva un mes después. Luego han llegado más sanciones en su contra, pero eso no le ha restado poder en el Real Estelí.
El actual presidente de la junta directiva del equipo es Helmuth Hurtado. Sin embargo, según algunas personas que han estado cerca del club, Moreno sigue siendo quien controla las riendas.
El cronista deportivo Miguel Mendoza, quien acaba de ser galardonado con el premio de periodismo Maria Moors Cabot, le aseguró a 100% Noticias y CONNECTAS que Fidel Moreno es prácticamente el dueño del fútbol en Nicaragua: “Él es el propietario del equipo más poderoso como es el ‘Tren del Norte’, el equipo de Estelí, con recursos ilimitados para contratar jugadores extranjeros y para repartir ciudadanía a jugadores que puedan fortalecer al equipo. También desde su trabajo con un poder enorme desde la Alcaldía de Managua tiene al equipo de Managua, que lo administra la alcaldía. Sin olvidar que también tiene intereses en el equipo de la UNAN-Managua. Todo lo que se mueve alrededor del fútbol tiene que ver con Fidel Moreno”.
“Fidel es Fidel. Es una especie de Fidel Castro en el equipo: es el que siempre manda, el que resuelve todo y el que consigue el billete. Es un hombre de buen trato, de eso nadie se queja, pero todos sabemos a qué nivel se mueve y que siempre hace su voluntad”Jugador extranjero que militó en el Real Estelí en 2019.
El futbolista también señaló que a Moreno raras veces se le ve en Estelí, porque “su vida la tiene hecha en Managua, ahí está su centro de poder. Pero en el equipo no pasa nada si él no lo aprueba”.
Moreno es un hombre que no posa mucho bajo los reflectores. Sale en cámaras lo necesario. Incluso ya no se toma fotos con los trofeos ni se le ve en los partido en el estadio Independencia, sede del Real Estelí.
Según datos proporcionados por el Observatorio Urnas Abiertas, que se encarga de fiscalizar las inversiones municipales, en los últimos cinco años la alcaldía de Estelí asignó el equivalente a 8 millones de dólares para obras de mejoras en ese estadio.
El grueso de la inversión se concentró en el año 2022, cuando gastaron más de 4 millones de dólares para mejoramiento de infraestructura y mantenimiento; 2.26 millones para el mantenimiento de la grama artificial; y 2 millones de dólares más para pagar el traslado de material selecto (desecho de construcción) desde el Estadio Independencia hacia el proyecto Bismark Martínez , una lotificación de viviendas sociales impulsada por el gobierno de Daniel Ortega.
Cabe resaltar que todas estas obras millonarias en el estadio del Real Estelí han ido a parar al bolsillo de un mismo contratista, según una investigación realizada por Divergentes, que señala a Moreno en otra publicación como jefe de un cartel de contratistas del Estado.
“Fidel Moreno prometió que nos daría el mejor estadio de Nicaragua y lo ha cumplido. Este fue el primero en tener luminarias, es el único con estructura moderna, con sillas y con grama de calidad. Sabemos que es corrupto y que forma parte del ruedo de la dictadura, pero al menos invierte en el estadio que es un patrimonio de todos, porque no se va a robar el estadio cuando caiga la dictadura”, refirió un fanático del Real Estelí.
Por su lado, Miguel Mendoza aportó que la estructura que maneja la Federación Nicaragüense de Futbol está ahí porque son cuadros obedientes a Moreno, principalmente José María Bermúdez, el secretario y hombre fuerte, y el presidente Manuel Quintanilla. “Fidel Moreno tiene el estadio de Estelí con todas las condiciones, es el mejor estadio que hay y no hay una sola decisión que se tome en el fútbol donde no esté metido él”, insistió el periodista.
No deja de sorprender que Moreno tenga incidencia en todas las alcaldías del país cuando solo es el secretario de la comuna de la capital, pero la respuesta a este interrogante hay que buscarla en otro rol más importante que cumple en el andamiaje político del orteguismo: sucede que también es el secretario general del Frente Sandinista, el partido de gobierno.
Por otro lado, aunque es un personaje que solo aparece cuando hay desastres naturales para socorrer a las familias afectadas y luego vuelve a las sombras (la última foto suya conocida es de 2018, es el cuadro sandinista -junto a Rosario Murillo- que goza de mayor simpatía entre la población, según la última encuesta realizada por Cid Gallup para Confidencial, en la que él obtiene 38% de imagen positiva, mientras Daniel Ortega solo llega a 34%.
Fidel Moreno es un hombre que tiene una visión de negocios envidiable. Logró hacer de Real Estelí una marca que tiene presencia también en el baloncesto y en el béisbol, pero lo más sorprendente y quizás más rentable es que maneja el negocio de la transmisión de los partidos de Liga Primera. El Estelí es el único equipo con la capacidad económica de tener su propia productora, que cuenta con tecnología de punta y está contratada por la Federación para transmitir el resto de los partidos del campeonato nicaragüense.
“El nivel de la productora de Estelí es de élite, pues están en capacidad para transmitir cinco partidos por cada jornada de Liga Primera, con sedes distantes como Jalapa. El capital que ingresa a las arcas de Estelí se maneja con mucho sigilo, pero puede superar los mil dólares por cada transmisión”Ex colaborador de Liga Primera.
El equipo de comunicación del Real Estelí también viaja con la Selección Nacional de Fútbol y antes de que se publiquen fotos y videos de los partidos en las cuentas oficiales del combinado nacional, aparecen en las redes sociales del equipo que maneja Moreno. Es decir que es el único club que también cubre a la “Azul y Blanco”.
El excolaborador de la Liga asegura que quien maneja la productora es un cuadro fiel de Fidel Moreno llamado Webster Picado, un joven originario de Estelí que no solo ha trabajado en Real Estelí, sino que estuvo en Liga Primera y luego volvió al equipo para hacerse cargo de la empresa.
“Podemos decir que este muchacho, que es muy bueno en la parte de comunicación, es la cara visible del negocio de la productora, pero el origen siempre es Fidel. Él canalizó la adquisición del equipamiento que hoy genera mucho dinero al Estelí, que más que un club de fútbol es en realidad una empresa con muy buenas divisas. A la par, Picado tiene su propio medio de comunicación, NicaSports, y todo se maneja como un mismo paquete”, recalcó nuestra fuente.
En respuesta a una consulta para esta investigación, Webster Picado descartó que trabaje para Fidel Moreno. Y aseguró que no tiene “ningún vínculo personal ni laboral” con el Secretario Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). “Lo conocí cuando el club Real Estelí me brindó la oportunidad de trabajar en su comunicación deportiva, pero desde su renuncia al club no he vuelto a tener contacto con él”, agregó Picado.
Respecto a la productora del Real Estelí, aseguró que trabajan “gratis” para transmitir los partidos: “La verdad es que el club ha hecho grandes esfuerzos para promover sus distintas disciplinas y categorías a través de un equipo de televisión. Este mismo apoya a la Liga Primera en su producción para la divulgación del deporte, todo esto lo hacemos de manera gratuita”.
Al respecto, Miguel Mendoza señaló que la inversión que tiene Moreno alrededor del fútbol es fuerte y confirma que “tienen sus propias transmisiones de televisión a través de las redes sociales y no hay, repito, no hay nada que no se mueva si no es con la orden de Fidel Moreno. Y algo curioso -y esto está comprobado- es que a los jugadores les pagan en efectivo: todo el dinero es efectivo y los salarios que pagan en Estelí son altísimos”.
Moreno mantuvo una hegemonía de más de una década con Real Estelí como monarca nacional, pues era el equipo más caro y competitivo. Sin embargo, en 2018, luego del estallido social en el país, el Cacique Diriangén, después de 12 años sin ganar ni un título, salió campeón en el propio Estadio Independencia. Y el viento cambió en el fútbol nicaragüense.
El Diriangén FC cumplió 106 años el 15 de mayo pasado. Es la institución más ganadora del fútbol nicaragüense, con 30 títulos. Sin embargo, pese a su historia y a que es un icono en el balompié nacional, cayó en una racha de 12 años sin levantar un solo campeonato. En ese periodo, el Real Estelí alcanzó el récord nacional de más títulos consecutivos con 8 (entre 2007 y 2014), además del de más juegos invictos (53, entre 2015 y 2016).
Las inversiones de Fidel Moreno rendían frutos en lo deportivo y su equipo era el monarca absoluto. Sin embargo, sus títulos no eran tan brillantes pues no había ningún club que le pudiera competir de tú a tú. Mientras tanto, el Cacique Diriangén estaba al borde de desaparecer, lo que hizo que el todavía presidente del Estelí destinara una partida presupuestaria de la Alcaldía de Managua para ayudarlo, aprovechando su poder de decisión en la comuna.
“Si te vas a las estadísticas, desde 2006 hasta 2018 el Cacique Diriangén solo miraba cómo el Real Estelí se afianzaba en la cima. No había dinero, los directivos hacíamos de tripa corazón para cubrir los gastos y llegó un punto en el que Fidel Moreno vio que por falta de dinero Diriangén podría desaparecer y decidió ayudarnos a pagar la planilla. Aunque él es el hombre fuerte de nuestro rival, nos ayudó porque necesitaba a un oponente de categoría para que sus títulos tuvieran sentido”, señaló un exdirectivo del Cacique, quien ahora vive en el exilio.
La última directiva electa de Diriangén data de 2014. De ahí en adelante, van y vienen personajes que con plata en el bolsillo decidieron apoyar. Entre ellos el ex alcalde sandinista Fernando Baltodano (Q.E.P.D.), que había asumido la presidencia en 2015 y contaba con el apoyo de Reynaldo Mairena, también cuadro del régimen Ortega-Murillo.
Sin embargo, en 2018, cuando Diriangén vuelve a ganar un título nacional en casa de Real Estelí, se empezó a hacer notar un grupo de jóvenes empresarios que financiaban la plantilla. La cara visible era Nicolás “Niki” Bolaños, sobrino del ex presidente Enrique Bolaños (Q.E.P.D). Pero entre los que apoyaban también estaba Rafael “Payo” Ortega.
“Con Niki se atrajo inversión, pero cuando se da el estallido social, él apoyó abiertamente la causa del pueblo y pidió llevar banderas azul y blanco al estadio. Luego, el 2 de junio (de 2018), cuando Diriangén se corona en Estelí, el trofeo estuvo en los tranques antigubernamentales, hasta donde llegó parte del cuerpo técnico y de jugadores con la copa en señal de apoyo a los jóvenes que protestaban y habían detenido el tráfico internacional en la carretera. Y ahí vino la debacle. A Bolaños le queman su empresa y el hombre se va del país, el equipo queda en el aire y apareció un grupo de apoyo que tenía ayuda de Ortega”, señala el ex directivo de Diriangén.
Después, aunque la figura de presidente recayó sobre el diriambino Huberth López, en 2020 "Payo” se integró de lleno a trabajar en el club y salió de las sombras. Sin embargo, sería hasta 2021 cuando se convertiría en un diriangenista “puro y duro”.
El nieto de Daniel Ortega nunca ha sido presidente del equipo. Pero a partir de 2021 figura en todo y a diferencia de Fidel Moreno, no solo empezó a inyectar capital y a gestionar patrocinadores, sino que también ha levantado los trofeos ganados y llegado hasta la basílica de Diriamba a ofrecerlos a los pies de San Sebastián, patrono de la ciudad.
Tras ganar el bicampeonato en diciembre de 2021, en su cuenta de Facebook agradeció a su esposa por haberlo apoyado. También a jugadores, cuerpo técnico y administrativos. En ese mismo mensaje, no perdió la oportunidad de retomar el discurso político de su familia y escribió: “Vamos por más victorias!!!!”.
“Payo” Ortega no solo hace uso de estas frases oficialistas de las campañas de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sus abuelos, sino que -como se dijo- también ha involucrado al equipo Cacique en eventos como la pasarela Nicaragua Diseña, dirigida por su tía Camila Ortega. Conocida como una “plataforma de innovación creativa” que busca dar espacio a diseñadores emergentes, se realiza en las instalaciones estatales del centro de convenciones Olof Palme y se financia con presupuesto del Instituto Nicaragüense de Turismo, aunque es un misterio el costo que tiene.
Como parte de este evento, insólitamente, del 1 al 3 de octubre de 2021 los futbolistas del Diriangén se convirtieron en modelos. Del engramado verde de los estadios algunos pasaron a las pasarelas para mostrar la colección “Cacique” y dar un nuevo aire a la plataforma, que cobra a sus participantes para poder mostrarse en el evento.
Además de este paso totalmente inédito en el fútbol de Nicaragua, en el que un equipo participa de actividades de Gobierno (lo que nunca ha sucedido con el Real Estelí), “Payo” Ortega ha dado visos de replicar el modelo de nepotismo con el que sus abuelos gobiernan el país. Rafael, su padre, es el hijo mayor de Daniel Ortega y Rosario Murillo y el encargado de las inversiones de la familia; mientras que Yadira Leets, la madrastra del joven entusiasta del fútbol, era la encargada de la sancionada empresa DNP Petronic, hasta que decidió salir del país con dos de sus hijas.
En el gobierno de Nicaragua todo queda en familia, pues los hijos de la pareja gobernante tienen cargos y desempeñan una función en la práctica del poder, un modelo familiar que se ha visto replicado en el Cacique Diriangén.
“Rafael Ortega vino con todo y familia al equipo. Además de él, su media hermana Areana Ortega (quien se exilió junto a su madre Yadira Leets) también aterrizó en el Diriangén y era el punto clave en la organización de la logística, sobre todo en el tema de las finales. Ella se encargaba de hacer el montaje de las celebraciones, desde la tarima para la fotografía oficial hasta contratar el bus que paseaba a los jugadores por la ciudad con el trofeo”, señaló el exdirectivo Cacique, quien aunque salió del club con la llegada de Bolaños, ha mantenido una relación cercana con gente del equipo.
Además, asegura que “Payo” siempre está apoyado por su esposa Margarita Sánchez Perezgil. Sin embargo, ella es más su compañía, porque la que sí desempeña un papel fuerte en el equipo es su suegra, Margarita Perezgil. “Ella es la financiera, prácticamente. La suegra de Payo maneja la plata de los patrocinadores y se encarga de garantizar los pagos”, señaló el hombre.
El trabajo de Perezgil en Diriangén fue confirmado con un post que hizo el equipo el 7 de junio pasado: una fotografía de la señora vistiendo la camisa blanquinegra desde un palco y acompañada de una salutación por su cumpleaños, junto a la frase: “Ella es pieza fundamental dentro de nuestra institución, trabajando día a día para el desarrollo constante de Diriangén”.
Payo Ortega también fue felicitado en su cumpleaños en la página del equipo, el 6 de julio, aunque solo se refieren a él como una “pieza” importante.
Para el actual campeonato nicaragüense, Real Estelí y Diriangén han realizado cambios en sus planteles y es el Cacique el que hizo las contrataciones más caras, como la del técnico argentino-costarricense José Giacone, cuyo pago mensual supera los 12 mil dólares. También ha contratado al portero costarricense Alfonso Quezada. Sin embargo, se han mantenido en secreto los costos de cada plantel.
El Real Estelí, con fichajes menos rutilantes, es patrocinado por una empresa de comunicaciones y una marca de café y bebidas energizantes, que también patrocina en este torneo a su rival. Además tiene a un banco y una distribuidora de lubricantes, entre otros sponsors. No aparecen entre ellos entes gubernamentales.
Del lado Cacique los patrocinadores son más fuertes: también tiene una empresa de comunicaciones, al ron más famoso del país a nivel internacional y varias empresas distribuidoras de vehículos y de otros rubros. A ellos suma el patrocinio de dos entes públicos: la Empresa Portuaria Nacional (EPN) y la Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), ambas de carácter estatal.
Así, con el apoyo de "Payo” Ortega, el Cacique Diriangén ha resurgido casi de las cenizas y ganado cuatro títulos. En este nuevo contexto, se espera que haga remodelaciones importantes en su estadio, que en 2022 sufrió algunas modificaciones exigidas por Concacaf para poder jugar Concachampions, el torneo internacional de clubes de Centro y Norteamérica. Sin embargo, su estructura está muy lejos de la modernidad del estadio Independencia, sede de su rival.
“No crea que Fidel Moreno y Payo Ortega hacen esas inversiones millonarias por sí solos. Ellos cuentan con la venia de los dictadores, Rosario y Daniel. En este país no se mueve ni una hoja sin la voluntad de ellos. Y les conviene que haya espectáculo, fieles a la máxima romana de darle al pueblo pan y circo para que se olviden de la carestía de la vida, de la persecución política y de las violaciones a los derechos humanos”, aseguró el exdirectivo del Cacique.
Volvamos a la final del pasado 20 de mayo, donde los encargados de ese “circo”, Fidel Moreno y “Payo” Ortega, dirimían una vez más quién es el dueño del fútbol en Nicaragua. Y quién lograría—al menos por dos horas— hacer olvidar a muchos de la grave crisis de derechos humanos que vive el país.
Esa vez, finalmente, fue el zar Fidel Moreno el que salió victorioso. Su equipo volvió a levantar la copa, al vencer 3 a 0 de visitante al Diriangén, que se quedó con toda la celebración preparada. Y con “Payo” Ortega -miembro de una familia acostumbrada a no perder nunca- furioso; tanto que salió a confrontar a la barra de su propio equipo, que le responde ciegamente desde que él asumió el liderazgo del Cacique.
Para este reportaje, se enviaron correos solicitando entrevistas a Fidel Moreno, Rafael Ortega y Margarita Perezgil. Sin embargo, no obtuvimos ninguna respuesta.