MISTERIO EN MUERTE DE MUJER QUE CAYÓ DEL EDIFICIO MÁS GRANDE DEL MUNDO

La ciudadana portuguesa Laura Vanessa Nunes, de 39 años, falleció al caer del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubái. Su muerte se produjo de forma inmediata, pues se precipitó desde el piso 148, nada menos que a 499 metros de altura. El caso aconteció en noviembre pasado, pero sólo ahora sale a la luz al revelar su madre las extrañas circunstancias. De hecho, esta mujer acusa a las autoridades del emirato de ocultar todo para preservar una imagen idílica del Dubái de los desafíos arquitectónicos. Laura Vanessa se había convertido al Islam (con el nombre de Noora) y trabajaba como masajista. Vivía una apasionada historia de amor con un hombre de negocios local, pero al parecer todo había llegado a su fin. El férreo control de la información de dominio público en Dubái hizo que el suceso se mantuviera oculto. Recientemente, comenzaron a filtrarse detalles, pero la madre se indignó al ver con qué rapidez tomaba cuerpo la teoría oficial del suicidio. Ella no lo creyó en ningún momento y viajó al emirato para intentar averiguar lo que pasó realmente. Allí se encontró con un muro de silencio, pero desde el principio le pareció muy raro que su hija hubiese burlado la seguridad de un edificio tan famoso con semejante facilidad. Esta mujer, llamada Leona Sykes y de nacionalidad sudafricana, pudo saber que la pareja había protagonizado una agria discusión, incluido un forcejeo. Sus sospechas se centran en que Dubái puede estar interesado en que se acepte de forma generalizada que se trató de un suicidio para evitar que un ciudadano de ese país resulte imputado y que nadie piense que cualquiera puede saltarse las fuertes medidas de seguridad del edificio más alto del mundo. END