Ahora que todos esperamos el estreno de
Star Wars: El despertar de la Fuerza bajo dirección de J.J. Abrams, es un buen momento para hacer un poco de historia-ficción y preguntarnos: ¿cómo habría sido la anterior trilogía de
Star Wars con otros directores en vez de George Lucas a cargo de las secuelas? ¿Y si hubiéramos visto
La amenaza fantasma por Steven Spielberg,
El ataque de los clones por Robert Zemeckis y
La venganza de los Sith por Ron Howard? En realidad, no es un planteamiento tan descabellado, porque el propio Lucas era el mayor reacio a dirigir las películas y primero se lo pidió a su círculo de amigos cercanos.
Howard, que dentro de pocas semanas estrena su última aventura marina
En el corazón del mar con Chris Hemsworth, lo ha recordado durante una entrevista con el podcast
HappySadConfused (vía
The Playlist). Cuando le preguntan por qué no se le consideró para dirigir las nuevas películas de
Star Wars, ya que tiene experiencia trabajando con Lucasfilm tras haber dirigido
Willow –guión y producción de George Lucas– en 1988, el director contesta que, de hecho, le pidieron hacerse cargo de las precuelas, pero lo rechazó. “[George Lucas] no quería dirigirlas necesariamente él mismo. Me dijo que se lo había pedido a [Robert] Zemeckis, a mí y a Steven Spielberg. Yo fui el último con el que habló. Todos los demás le habían dicho lo mismo: ‘¡George, deberías dirigirlas tú!”.
El caso es que Howard tampoco llegó a planteárselo en serio en ningún momento. Afirma que
Willow es su película “menos personal” por estar al servicio de la historia y visión de Lucas. “No creo que nadie hubiera querido continuar [con
Star Wars] en aquel momento. Fue un honor, pero habría sido demasiado abrumador”
. Y así acabaron los episodios I, II y III con Lucas en la silla de dirección. Es cierto que Spielberg aún se pasó por los rodajes e incluso echó una mano con las previsualizaciones de algunas secuencias de acción de
La venganza de los Sith, pero cómo habrían desarrollado cada uno de estos directores las películas galácticas siempre seguirá siendo un misterio.
Cinemanía