En un discurso ante la convención demócrata en Filadelfia, el senador Bernie Sanders pidió el voto para Clinton, su rival en el proceso de elecciones primarias, pero prometió que su movimiento progresista continuará. "Basado en sus ideas y su liderazgo, Hillary Clinton debe convertirse en la próxima presidenta de Estados Unidos”, dijo Sanders. De esta manera, se trata de dar una aprobación izquierdista, a una candidata que muchos han catalogado como demasiado centrista, y muy próxima a las élites económicas y políticas del país. "Juntos hemos empezado una revolución política para transformar América. Y esta revolución, nuestra revolución, continúa", agregó el Sanders. Las imágenes de división marcaron el inicio de la convención. La lista de agravios de los sanderistas era larga. Los ejemplos más recientes son la revelación, en correos electrónicos filtrados a Wikileaks, de las maquinaciones del partido en favor de Clinton, o el nombramiento del senador Tim Kaine, un centrista, como candidato a la vicepresidencia.El caso de los emails forzó la dimisión de Debbie Wasserman Schultz, presidenta del Comité Nacional Demócrata. Con el discurso clintoniano de Sanders, los demócratas han dado un paso en el proceso de sanación.