Niña de 4 años continúa desaparecida, su madre migrante nicaragüense se ahogó en Río Bravo

La niña nicaragüense Sofia Abigail Caballero Huete de 4 años, continúa desaparecida en el Estado de Coahuila en México, luego que su madre Irma Huete Iglesias de 25 años y ella fueran arrastradas por las corrientes del Río Bravo en un intento por llegar a Estados Unidos. 

La Comisión de Búsqueda del Estado de Coahuila lanzó una alerta máxima para dar con el paradero de Sofía Caballero, quien tiene ocho días desaparecida.

En el afiche, las autoridades mexicanas solicitan información que permita localizar al infante. El día de la desaparición la niña vestía licra color negro, camisa y calcetas color rosa y tenis color rosa con negro, iba peinada con dos colitas.

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El próximo 11 de junio, la niña cumpliría 4 años, al momento de la desaparición tenía 3 años y 11 meses de edad.

La niña es piel clara, cabello lacio color negro, ojos redondos color oscuro y nariz pequeña. 

Hechos

El pasado 17 de mayo, Irma Huete, madre de la niña, llamó a sus padres para decirles que ya estaban en las fronteras, en Piedras Negras, en el Estado mexicano de Coahuila. “Hoy nos van a cruzar el río, esta noche nos pasan y en cuanto estemos al otro lado los llamamos”, le dijo a su papá. 

Según medios mexicanos, el grupo de nicaragüenses se lanzó a las aguas del río Bravo a eso de las 10 de la noche. Empezaron a caminar en el lecho del río, ella se resbaló, cayó y fue arrastrada. 

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También una nicaragüense de apellidos Ochoa Marín de 34 años de edad, quien iba en el mismo grupo de migrantes, narró cómo ocurrió la tragedia.

“Todos veníamos como en cadena, pero como a diez metros de llegar a tierras estadounidenses, el río se puso muy fuerte, nos empezó a llevar, el agua nos llegó al cuello y empezó aquella angustia”, dijo Ochoa a Radio Corporación.

Según Ochoa, al verse superado por la fuerza del agua, el hermano de Irma soltó a la niña quien junto a su madre se las llevó la corriente.

“Fue en ese momento cuando el hermano de Yaritza sintió que se ahogaba y ya no tenía fuerza y soltó a la niña. La niña y la mamá se fueron con la corriente del río”, expresó.

El cuerpo de Irma fue recuperado el 18 de mayo, pero al día de hoy el cuerpo de su hija permanece desaparecido.

Irma era originaria de Ocotal, Nueva Segovia. Salió de Nicaragua el pasado 10 de mayo con el sueño de trabajar y ahorrar dinero para comprar un terreno y construir su casa. 

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Hasta la fecha se reportan 28 migrantes nicaragüenses ahogados en las aguas del Río Bravo. Sus casos revelan el lado más cruel de una crisis migratoria iniciada hace cuatro años en Nicaragua.