Nicaragüense intenta llegar a EEUU para costear las quimioterapias de su hijo en Nicaragua
Crisis migratoria de nicaragüenses narradas en primera persona: “Me vi obligado a salir de mi tierra. Porque allá las quimioterapias son muy caras, de demasiado dinero y yo no tengo los recursos suficientes para sacar adelante a mi hijo. Por eso tomé la decisión de venirme para Estados Unidos”, relató el nicaragüense Fernando Gutiérrez Muñoz al medio Milenio en México.
A sus casi 60 años, siendo diabético y con dos fracturas en ambos hombros, Fernando Gutiérrez salió de Nicaragua hace dos mese cuando recibió la noticia que uno de sus tres hijos tiene cáncer y requiere de 5 mil dólares para costear el tratamiento médico.
“Sé que no me preguntaron, pero mire”, dice al medio mexicano, mientras estira el cuello de su playera para mostrar un hueso roto que sale de su espalda y que debería conectar su tren superior con su brazo derecho, se arregla su ropa y hace lo mismo del otro lado; sufrió un accidente “hace ya tiempo” cuando cayó de un andamio mientras trabajaba en Nicaragua.
Según este diario, Fernando Gutiérrez viaja a bordo de trenes. Lo hace solo y reposa a un lado de las vías donde cruzan los trenes, cerca de la estación Recursos Hidráulicos del Mexibús en Tultitlán, Estado de México y espera llegar hasta Colima, seguir por Piedras Negras, Coahuila y finalmente a Estados Unidos.
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Mientras logra su propósito, Fernando reúne pedazos de hierro para venderlos y comprar alimentos, a su lado carga un colchón para descansar y una cobija para abrigarse.
Cuenta que a diferencia de otros migrantes que reciben dinero de sus familiares para continuar su viaje, él le dice a su esposa y a sus hijos que casi está por llegar a su destino “para que no se preocupen”.