Padre Uriel Vallejos nombrado párroco residente en San Isidro Labrador en Coronado, Costa Rica

El sacerdote y exiliado nicaragüense, Uriel Antonio Vallejos, servirá como párroco residente en la parroquia San Isidro Labrador - Vázquez de Coronado en Coronado, Costa Rica.

En redes sociales, la parroquia informó que está llena de alegría por la llegada de los sacerdotes Edgar Josué Gamboa y Uriel Vallejos. 

"El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres". Salmos 125. El padre Edgar Josué Gamboa, a quien recibimos el martes como nuevo vicario parroquial. Y hoy se ha incorporado el padre Uriel Vallejos quien será residente en nuestra parroquia. Agradecemos a Dios el ministerio de ellos y nos disponemos a seguir caminando juntos, anunciando la alegría del Evangelio”, reza la publicación en Facebook. 

Además, la parroquia compartió con el público la preparación y cargos que ha desempeñado el religioso en la Iglesia Católica de Nicaragua, entre ellas, destacan que es Licenciado en Humanidades con mención en Teología.

Ocupó el cargo de Administrador Financiero del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima (Managua) y fungió como vicario Administrativo de la Catedral San Juan Bautista en Jinotega.

LEER MÁS: Lesther Alemán no cree que el Papa ceda ante “Jezabel” y Ortega con una iglesia católica a su medida 

Además, se desempeñó como Director Ejecutivo Cáritas Diocesana Nicaragua y posteriormente en la departamental Jinotega.

También fue administrador Parroquial Parroquia San Juan Pablo ll Villa Chaguitillo, Director General del Hogar de Ancianos San Francisco de Asís en Chaguitillo, Director General del Colegio Parroquial San Luis Sébaco y Administrador Parroquial Parroquia Jesús de la Divina Misericordia.

Antes de exiliarse en Costa Rica, el padre Vallejos era párroco de la iglesia Divina Misericordia, en el municipio de Sébaco, Matagalpa.

SEGUIR LEYENDO: Fiscalía en Nicaragua acusa a misioneros estadounidenses y nicaragüenses de “Puerta de la Montaña” de supuesto lavado de dinero

En septiembre del 2022, el sacerdote abandonó Nicaragua, un mes después de que agentes policiales ingresaran a la fuerza a la parroquia que dirigía, y donde estuvo recluido, con el fin de apropiarse de los equipos de una radio cerrada por las autoridades.