“Ingratos me quitaron a mis muchachitos”, reprochaba impotente al pie de la tumba Yelka Ramírez mientras los cuerpos de sus hijos José Efraín Pérez Ramírez y Aura Marina Reyes Ramírez eran bajados para ser sepultados, en medio de un ambiente de dolor e indignación por el ataque policial del que fueron víctimas cuando regresaban a su casa, luego de participar en un culto religioso.
En el hecho sangriento también pereció Katherine Ramírez Delgadillo, de 25 años.
Por el fatal error que enlutó a la familia Reyes-Ramírez, acontecido la noche del pasado sábado en Las Cuatro Esquinas de Las Jagüitas, donde se desarrollaba un operativo antinarcótico, están detenidos 14 policías.
La institución reconoce que los oficiales que participaban en la misión violaron los procedimientos establecidos.
Las fuerzas antinarcóticos a pesar de su amplia experiencia “incurrieron en violación de normas y procedimientos de actuación policial”, expresa la comunicación oficial leída por la comisionada mayor Magdalena Fonseca.
Sueños truncados
Efraín Pérez Ramírez tenía 11 años y cursaba el sexto grado de primaria en el colegio parroquial Divino Verbo. Quería ser mecánico como su padre.
Su profesora Rosa Blanco Urbina lo recuerda como un niño juguetón.
“Él (Efraín) era inquieto como todos los niños de su edad, pero respetuoso”, dice su maestra, quien lo vio por última vez el pasado viernes muy contento porque había aprobado todas las asignaturas durante el primer semestre.
Entre la multitud que acompañó ayer a la familia estaba Maycol González Peña, amigo de Katherine Ramírez Delgadillo. Cuenta que la conoció desde niña cuando ella se destacaba por participar en las actividades culturales de su colegio.
“Cuando ella (Katherine) era una niña mi mamá la peinaba cuando participaba en los concursos de belleza y en los bailes folclóricos”, recordó González con nostalgia antes de dar el último adiós a su amiga.
La Policía reitera en el comunicado que los agentes investigados por los hechos antes referidos están detenidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) y una vez concluida las investigaciones los que tengan responsabilidades serán puestos a la orden del Ministerio Público.
Sal en la herida
El
comunicado policial también provocó malestar a la familia doliente, porque en el segundo párrafo señala que Milton Reyes no acató la señal de alto.
“A las 8:20 de la noche de ese mismo día (sábado), el vehículo conducido por Milton Antonio Reyes Martínez, con características similares al carro que pasaría con el cargamento de cocaína, en vez de atender la señal de alto de los policías aceleró la marcha”, dice el comunicado.
“Están inculpando a mi primo por algo que no fue así”, reclamó un pariente de Milton Reyes a la primera comisionada Aminta Granera, en medio de centenares de personas que acompañaron a la familia de las víctimas en los funerales.
Sin embargo Granera explicó que la nota de prensa tiene como fuente el testimonio de Reyes y reconoció que los policías no tenían ningún retén, estaban encapuchados y agazapados a la orilla del camino de trocha en medio de la oscuridad de la noche.
“Es un lugar oscuro, cualquier persona puede llenarse de miedo”, admitió Granera en alusión al camino de trocha donde se produjeron los trágicos sucesos la noche del pasado sábado.
“No voy a renunciar”
La jefa de la Policía Nacional también descartó renunciar a su cargo luego de que diferentes sectores del país lo demandaran, por la agresión a tiros que cobró la vida de tres inocentes a manos de policías antinarcóticos.
“Yo no voy a renunciar”, dijo Granera a periodistas después de visitar a los familiares de los fallecidos.
“La renuncia no depende de mí, mi cargo depende del jefe supremo y el jefe supremo es el
presidente de la República, Daniel Ortega”, agregó Granera.
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