AUTORIDADES RESCATAN A NIÑO QUE PUDO SER RAPTADO EN CHINANDEGA

Abigail del Carmen López fue llamada ayer por la Policía para reconocer a un bebé que encontraron en circunstancias aún desconocidas en Jalapa, Nueva Segovia, y que las autoridades presumen se trata del menor raptado por una mujer de acento guatemalteco el pasado 10 de octubre. Como se recuerda, una mujer desconocida habló en tres barrios periféricos de Chinandega con al menos 10 mujeres embarazadas o con hijos recién nacidos, para ofrecerles viviendas amuebladas. Una vez enlistada, Abigail López fue llamada a un lugar solitario donde le arrebataron a su bebé, de un poco más de un mes de nacido.

La cita

“Me dijeron que me presentara a la Policía. Me enseñaron la foto en la computadora. Me dijeron que tendría que viajar a Managua para reconocer a mi niño y las esperanzas han crecido porque deseo hallarlo”, dijo la madre cuando esperaba abordar una patrulla que la transportaría para reunirla con el bebé rescatado. López viajó sola. En manos de su madre dejó a su niña de tres años, porque teme que se le pierda. López dice que con solo ver al niño sabrá si es su hijo o no. En la foto que mostraron a la progenitora el bebé se ve más grande. “Yo lo reconoceré por un lunar que tiene mi hijo en el hombro derecho”, detalló. “Las cosas no son tan sencillas. Si la madre reconoce al niño, tendrán que practicarle un examen de ADN para documentar y legalizar la entrega”, dijo el comisionado Uriel Gutiérrez, jefe de la Secretaría de Chinandega.

En Jalapa

Maribel Palma, la propietaria del jardín de Jalapa donde se encontró al bebé, relató a medios locales que percibió el llanto de un tierno en el lado de la calle y al salir lo encontró entre las plantas de ornato, azotado por los picantes rayos solares. Dijo que al no encontrar a la madre por los alrededores ni a nadie que lo reclamara como suyo, avisó a la Policía ante la sospecha de que hubiese sido abandonado por su mamá, tal como ocurrió. Al parecer el niño se chupaba con asiduo una de sus manitos, lo que indicaba el hambre que sufría. END