El rifle de francotirador Dragunov, de fabricación rusa, infunde el terror en Nicaragua
Cuando las fuerzas gubernamentales tomaron por asalto las barricadas de la oposición en la ciudad de Masaya en junio, llegaron armadas hasta los dientes, portando una de las armas más temidas de Nicaragua: un rifle de francotirador ruso, conocido como el Dragunov.
Durante el asalto, uno de los líderes de la resistencia local, Darwin Potosme, de 33 años de edad, estaba parado en una barricada callejera con un mortero casero cuando recibió un disparo en el ojo que le destrozó el cráneo. Cuando uno de sus compañeros más cercanos acudió al rescate e intentó levantar su cuerpo, también fue alcanzado por una bala que le atravesó la mejilla.
"He ido a los funerales de varios amigos asesinados con balas que les destrozaron la cabeza", dijo otro líder local, conocido como Comandante Guardabarranco, a Univision News por teléfono desde su escondite. “Algunos de ellos los tuvimos que ir a recoger, es bien dramático tratar de … recoger su cerebro … en una bolsa plástica para que no quedara tirado ahí”, añadió, intentando contener las lágrimas.
El Dragunov apareció por primera vez en Nicaragua durante la década de 1980 cuando la ex Unión Soviética era el mayor proveedor de armas del gobierno socialista sandinista que libró una guerra de una década contra los rebeldes 'Contra' apoyados por Estados Unidos.
Después de que llegó la paz llegó en 1990, los Dragunov fueron almacenados, y quedaron reservados para su uso por parte de las Fuerzas Especiales del ejército y una unidad de Operaciones Especiales de la policía. Raramente se les veía en público, excepto en los desfiles militares.
Hasta que en abril estallaron las protestas públicas masivas a causa de una fallida reforma gubernamental del sistema de seguridad social. Cuando los jubilados y los estudiantes se lanzaron a las calles el 18 de abril, fueron recibidos no solo con gases lacrimógenos y balas de goma. Entre las filas de la policía aparecieron también pistoleros paramilitares enmascarados.
"Como otro medio de represión de las protestas fueron desplegados francotiradores respecto de los cuales habría elementos para indicar un vínculo con agentes del Estado", dice un informe del 21 de junio hecho por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), una rama de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en el que se citan los testimonios de testigos presenciales.
Los informes de autopsia del personal de los hospitales públicos examinados por la CIDH revelaron que "numerosas víctimas fueron tratadas por heridas de bala en la cabeza, los ojos, el cuello y el tórax, así como en la espalda. La mecánica y la trayectoria de los disparos indicaría el uso arbitrario de fuerza letal, o de ejecuciones extrajudiciales".
El 20 de abril, Álvaro Conrado, un joven de 15 años de edad, llevaba agua para los estudiantes atrapados en la Universidad Nacional de Ingeniería cuando fue herido de muerte en el cuello y la cara. Varios testigos afirmaron que los francotiradores apostados en las cercanías del Estadio Nacional habían hecho los disparos.
"Nada justifica la práctica de disparar a matar, ni el uso indiscriminado de la fuerza letal contra una multitud", dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. "Sin embargo, hay evidencia convincente que muestra que oficiales nicaragüenses y pandillas progubernamentales han utilizado en repetidas ocasiones armas letales contra los manifestantes desarmados con el propósito de ponerles fin a las manifestaciones en el país a cualquier costo".
Hecho en Rusia
Nombrado así por su inventor, Evgeniy Dragunov, el rifle comenzó a utilizarse en el ejército soviético como un rifle de francotirador en 1963 y demostró su valía en las guerras de Afganistán y Chechenia. También se le ha visto más recientemente en los conflictos en Ucrania e Iraq.
Similar al famoso AK-47, el Dragunov es fabricado por la misma compañía, Kalashnikov Concern JSC, el mayor desarrollador y fabricante ruso de armas de asalto automáticas y de francotiradores. Su cartucho se alimenta de un cargador extraíble de 10 cartuchos y solo puede disparar de forma semiautomática, a diferencia del AK-47, más pequeño, que es totalmente automático. Equipado con una mira telescópica, el Dragunov es un rifle de mediano alcance, con un alcance de 600 a 800 metros, lo cual es mayor que el alcance del AK-47, un rifle más común.
En abril de 2014, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le impuso sanciones económicas a Kalashnikov Concern con el fin de castigar a Putin por apoyar a los separatistas en Ucrania.
Rusia le ha suministrado al ejército de Nicaragua varios equipos, incluyendo tanques, helicópteros, vehículos blindados y lanchas patrulleras, según analistas militares. Moscú también opera un centro antidrogas y un centro de comunicaciones satelitales en Managua. En julio de 2014, Vladimir Putin hizo la primera visita de un presidente ruso a Nicaragua, donde se reunió con el presidente Daniel Ortega.
Putin y Ortega
El Dragunov apareció por primera vez en Nicaragua después de que el ejército guerrillero sandinista de Ortega derrocara al dictador Anastasio Somoza en 1979, sin embargo, no se sabe si los Dragunov que se utilizan actualmente provienen de las existencias de la era soviética o datan de épocas más recientes, aunque la mayoría de los analistas creen que son armas antiguas.
Las Fuerzas Especiales del Ejército de Nicaragua, así como una unidad de operaciones especiales de la policía, fueron entrenadas en el uso del Dragunov en la década de 1980, según Roberto Cajina, un experto en seguridad nicaragüense. Después de que terminó la guerra de los Contra, la mayoría de los Dragunov terminaron en arsenales militares, y solo un puñado restante terminó en manos de la policía, según un ex oficial sandinista de alto rango, quien habló con Univision con la condición de permanecer en el anonimato. Aunque los militares se han mantenido al margen del conflicto, él sospechaba que a los paramilitares se les podría haber proporcionado algunos Dragunov de las reservas militares.
"Es un tremendo fusil. Es muy resistente, y esa cosa pega bien por 100 años", dijo el ex oficial sandinista, descartando la teoría de que Nicaragua podría haber recibido nuevas existencias de Rusia o Venezuela.
"Siempre ha habido una unidad militar de francotiradores equipada con Dragunov", agregó Cajina, el experto en seguridad nicaragüense. A una unidad de operaciones especiales de la policía, creada para combatir el terrorismo y el crimen organizado, también se le equipó con estos rifles en los últimos años, dijo.
Varias fotografías tomadas por agencias de noticias, incluyendo AFP y Reuters, muestran a agentes de operaciones especiales de la policía armados con ametralladoras y rifles Dragunov en operaciones contra manifestantes, quienes están armados principalmente con piedras y morteros caseros.
"Los francotiradores probablemente provienen de la unidad de operaciones especiales de la policía porque claramente tienen algún entrenamiento", dijo Cajina. Dudó que los rifles procedieran de existencias militares. "Todavía le doy al ejército el beneficio de la duda. Solo quieren que acabe esta crisis sin involucrarse".
Presencia paramilitar
Los expertos dicen que parece haber dos grupos de paramilitares, algunos que parecen estar en mejor forma física y con cierto entrenamiento que han aparecido junto con la policía con armas más sofisticadas. Otros tienen sobrepeso y parecen menos entrenados, armados con AK-47. Han aparecido videos en las redes sociales que dicen ser de soldados retirados que alegan: "a la Policía Nacional le hacemos del conocimiento que los soldados retirados retomaremos las armas y estaremos en las calles juntos por la defensa de la patria".
Se cree que las fuerzas paramilitares nicaragüenses consisten en diferentes soldados y policías actuales y ex combatientes, antiguos combatientes sandinistas de la guerra civil de los 80, funcionarios municipales y fieles partidarios al partido sandinista, según expertos en seguridad y grupos de derechos humanos. Los reporteros de Univision los han visto en acción en varias ocasiones. A los paramilitares fuertemente armados a menudo se les ve viajando en camionetas, a veces en compañía de la policía.
"Hemos visto antes estas escenas de la policía actuando de forma conjunta con criminales fuertemente armados y matones que realizan operaciones por todo el país, pueblo por pueblo, comunidad por comunidad", dijo Vivanco. "Están disparando a matar a los civiles. Todo esto está sucediendo a plena luz del día".
Al principio, Ortega negó cualquier vínculo oficial con los paramilitares. En una entrevista con CNN dijo: "No son paramilitares ... son ciudadanos que se defienden". Posteriormente los describió como "policías voluntarios".
Nicaragua solo tiene una fuerza de Policía Nacional, que suma unos 14,000 agentes, con control centralizado sobre toda la policía local y nacional desde el tránsito hasta los homicidios. La fuerza disfrutó de cierto grado de autonomía política hasta que un cambio constitucional impulsado por Ortega en 2014 le dio a él el control oficial.
En un discurso pronunciado el 19 de julio, aniversario de la revolución sandinista de 1979, Ortega intentó darle la vuelta a la situación, acusando a sus opositores de ser los responsables de la violencia, y nombrando una lista de policías muertos, sin mencionar a las víctimas civiles.
Acusó a los estudiantes y a otros opositores de ser "una fuerza diabólica, sectas satánicas, golpistas, asesinas". Y añadió: "Cuando vimos la forma en que actuaban, torturando a los Compañeros en los tranques, asesinándolos en los tranques, todo aquello como un rito satánico, esta gente está totalmente satanizada, y es a los que deberían de buscar cómo exorcizarlos".
Las sanciones estadounidenses
El mes pasado, la Casa Blanca dijo en un comunicado que "el presidente Ortega y el vicepresidente Murillo son en última instancia responsables de la parapolicía progubernamental que ha maltratado a su propio pueblo". La administración Trump también sancionó al jefe de policía de facto de Nicaragua, Francisco Díaz, de 56 años de edad, por abusos graves contra los derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales.
Díaz es el suegro de uno de los hijos de Ortega y Murillo.
El Departamento del Tesoro acusó a la policía nicaragüense de acercarse a los líderes de pandillas nicaragüenses con el fin de obtener "su apoyo en el ataque a los manifestantes antigubernamentales y han sido acusados de disparar indiscriminadamente y matar a manifestantes pacíficos".
"Se va a necesitar una purga total de la policía cuando esto termine", dijo Cajina. "Va a ser extremadamente difícil. Tendrá que reformarse todo el estado de arriba a abajo".
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