Rosario Murillo: "Con odio nunca más", dice mientras expulsaba a Misioneras de la Caridad

La sancionada Rosario Murillo Zambrana, quien usurpa la vicepresidencia de Nicaragua expresó que "con odio nunca más", mientras las Misioneras de la Caridad llegaban a Costa Rica, tras ser expulsadas del país.

"Avanzando en caminos de paz y bien, en caminos que rechazan el  odio porque aquí vivimos en paz, en cariño, en bien común, ideales y valores", expresó Rosario Murillo, quien ha arremetido contra la Iglesia Católica de Nicaragua.

Rosario Murillo, quien a menudo dice sentir "fuerzas del más allá", expresó que es con "fe en el Padre, en el Padre amantísimo que derrama bendiciones en esta Nicaragua de todos", mientras expulsaba a las Misioneras de la Caridad, que administraban desde orfanatos, comedores y asilos de ancianos.

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"Somos capaces de trascender la perversión, el odio, el terrorismo maléfico, el terrorismo diabólico e instalar el reino de Dios a través de la Palabra. Eso es lo que hacemos, trabajar por el bien común  y amar a Dios sobre todas las cosas", añadió Rosario Murillo, quien en menos de un mes ha cancelado la frecuencia de tres canales católicos.

Murillo, quien ha cargado con discursos de odio contra los líderes de la Iglesia Católica y opositores del país, finalizó su discurso de mediodía diciendo que "es con cariño que se construye el bien de todos. Con odio nunca más, que lo aprendan, que lo sepan, que lo interioricen, con odio no se construye, porque el odio destruye, con amor se camina, se crea futuro, se crea bienestar, se crea alegría, el amor que todo puede, el amor que todo vence", dijo mientras mantiene encarcelado al sacerdote Manuel Salvador García, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, ubicada en el municipio de Nandaime, en el departamento de Granada.

Costa Rica recibió este miércoles a las monjitas de la Orden Madre Teresa de Calcuta, cuya Asociación fue cancelada en Nicaragua y los bienes fueron ocupados por el régimen y su obra humanitaria fue desmantelada.

"He visto pasar momentos difíciles, de zozobras, de angustias, ellas estaban temerosas de su integridad física, sabiendo que entre ellas hay religiosas de diferentes nacionalidades y algunas son adultas mayores", aseguró el obispo de Tilarán Costa Rica, Monseñor Manuel Eugenio Salazar quien recibió a las monjitas.

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"Ellas estaban con mucha preocupación hasta que llegaron a territorio costarricense, si por ellas hubiera sido se quedan en Nicaragua, aman a Nicaragua, aman al pueblo nicaragüense, especialmente a los más pobres y necesitados", expresó el religioso, quien además dijo que ha podido secar las lágrimas de las monjas.