Báez: ¡Qué distinto es Jesús a los políticos que maquillan las encuestas para aparecer populares!

El obispo Auxiliar de Managua en el exilio, Monseñor Silvio José Báez, durante su prédica dominical desde la Iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos, criticó con vehemencia el populismo de los políticos que se aprovechan de las necesidades de los pueblos para ofrecer "dádivas", que se autoproclaman "la voz de de los pobres" e incluso, hasta "maquillan" encuestas para aparecer en ellas como "populares", falseando la realidad que se vive.

En su homilía de este domingo, 4 de septiembre, el Obispo Silvio Báez en su prédica en en el evangelio de Lucas (14,25) para recordarle a los políticos que a Jesús no le interesó en populismo, sino que pidió a sus seguidores reflexionar sobre las exigencias del discipulado y las dificultades que implica seguir sus pasos. "En vez de animarlos, les recuerda algunas condiciones necesarias para que alguien sea discípulo suyo", señaló el religioso.

Una de las lecturas de la celebración religiosa de este fin de semana, versó sobre el evangelio de Lucas, en el que recuerdan cuando Jesús se dirigía a Jerusalén, “caminaba con él una gran muchedumbre”. Al pasar por las aldeas se le iba juntando mucha gente y el grupo que lo acompañaba iba aumentando. "Eran personas atraídas por su mensaje de compasión y de esperanza, quienes también veían en él a alguien que podía ayudarles a resolver muchos de sus problemas", refirió Monseñor Báez.

Al ver a aquella muchedumbre que lo sigue, Jesús ofreció un discurso en el que los invita a que revisen "sus motivaciones más profundas y que sean conscientes de las razones por las cuales lo siguen". 

El Mesías primero les dice que quien ame a su familia y a su propia vida más que a él, “no puede ser su discípulo” (cf. Lc 14,26); luego, les dice claramente que quien no cargue con su cruz y lo siga, “no puede ser su discípulo” (Lc 14,27); y, finalmente, sin quitar dureza a sus palabras, les dice que quien no renuncie a todo lo que posee, “no puede ser su discípulo” (Lc 14,33).

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"La misión que quiere encomendar a sus discípulos es tan importante que nadie debería comprometerse en ella de forma inconsciente, temeraria o presuntuosa", dijo en su enseñanza el líder católico.

El Obispo Báez destacó que a Jesús no le interesaba la popularidad, ni el número de personas que le seguían. En ese sentido enfatizó que Jesús entonces se mostró muy distinto  a los líderes populistas de ahora, que se presentan "encarnando las aspiraciones del pueblo y pronunciando discursos exaltados con los cuales solo pretenden someter a las masas!".

"¡Qué distinto es Jesús a los políticos que explotan irresponsablemente el nacionalismo, se autoproclaman la voz de los pobres y maquillan las encuestas para aparecer populares! ¡Qué distinto es Jesús a los políticos que se aprovechan de las necesidades de la gente, ofreciéndoles dádivas superfluas y prometiéndoles resolver todos sus problemas!", criticó.

Según el obispo exiliado, Jesús es realista, y muestra respeto por sus seguidores a quienes les pide que lo sigan "en modo responsable y consciente". Indicó que Jesús sabe que muchas veces lo seguimos llevados por el entusiasmo momentáneo, buscando satisfacer las propias necesidades o por resolver los problemas que tenemos. "Jesús no es ingenuo y sabe también que la religión es manipulable y que el mismo nombre de Dios se puede usar en modo egoísta para propio provecho", advirtió.

Asimismo criticó que algunas personas que seguían a Jesús en aquella época tenían parientes e iban pensando en el bienestar de sus familias, dejando en claro que es lo mismo que pasa ahora con supuestos seguidores de la fe que en realidad buscan aprovecharse de ella, al tiempo que recordó que ni la familia ni otros factores deben impedir que desde la fe cristiana deba practicarse "la caridad, la justicia y el bien", porque nada debe anteponerse al amor de Jesús.

La homilía del obispo Báez también recalcó el llamado de Jesús a sus seguidores a cargar su cruz, como una muestra de anunciar “los grandes valores del evangelio, sin desanimarnos ni echarnos atrás," aun cuando esto  traiga dificultades.

Por eso, insistió Monseñor Báez, "no sirve para ser discípulo de Jesús quien vive atemorizado y silenciado frente a la injusticia, intentando –muchas veces inútilmente– evitar padecer las represalias de los poderosos".

Reforzó su prédica indicando que tampoco sirve como discípulo de Jesús "quien vive evitando problemas y conflictos, corriendo el riesgo de hacerse cómplice de los tiranos y opresores". La enseñanza del religioso cabe justo en momentos en los que la Iglesia Católica de Nicaragua está siendo perseguida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que han desatado en los últimos meses una escalada represiva contra los obispos y sacerdotes más críticos del régimen.

En ese sentido el obispo señaló que "tomar la cruz es también bajarnos al mundo de los pobres y de las víctimas para estar de su parte, sentir sus angustias y luchar por su dignidad y su liberación", haciendo alusión a la postura que han tomado muchos religiosos que se han enfrentado desde sus púlpitos a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y han denunciado sus abusos de poder y las violaciones  a los derechos humanos, lo que les ha costado persecución, cárcel y exilio. "Tomar la cruz es sobre todo asumir las consecuencias dolorosas de luchar para eliminar el sufrimiento de los crucificados de la sociedad", remarcó.