Declaran culpables a sacerdotes, seminaristas y laicos que acompañaban a Monseñor Álvarez en la Curia

La sancionada jueza Nadia Camila Tardencilla, declaró culpable a los sacerdotes y laico que estuvieron secuestrados junto con Monseñor Rolando Álvarez Lagos dentro de la Curia de Matagalpa en agosto pasado.

Los declarados culpables son los sacerdotes Ramiro Tijerino Chávez, rector general de la Universidad Juan Pablo II; José Luis Díaz Cruz, vicario de la Catedral de Matagalpa y su antecesor Sadiel Antonio Eugarrios Cano; el diácono Raúl Antonio Vega; los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno; así como el reportero gráfico Sergio Cadena Flores, quien se desempeñaba como camarógrafo.

En su cuenta de Twitter, la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) denunció que el fiscal Manuel Rugama pidió 10 años de cárcel y 800 días de multas contra las siete personas que fueron declaradas culpables.

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“La jueza Segundo de Distrito Penal de Juicios Nadia Tardencilla, dictó fallo de culpabilidad en contra de los 7 presos de la Diócesis de Matagalpa, por los delitos de menoscabo y propagación de noticias falsas”, escribió la Unidad de Defensa Jurídica en su cuenta de Twitter.

“El fiscal Manuel Rugama pidió 10 años de cárcel y 800 días de multas para los 7 presos entre sacerdotes, seminaristas y laicos. Tanto la Jueza como el fiscal ya han sido sancionados por las violaciones cometidas. @MPresasPresosNi @raceandequality @CIDH @OACNUDH”, agrega el tuit.

Desde que fueron sustraídos de la Curia de Matagalpa los detenidos, a excepción de su obispo, fueron trasladados a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, en Managua, mientras que el purpurado, supuestamente fue llevado a la casa de sus padres, en Managua.

Monseñor Rolando Álvarez permanece bajo “arresto domiciliario” y desde que fue traído a Managua, se encuentra incomunicado.

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El Obispo de Matagalpa también fue enviado a juicio y acusado por la dictadura de Daniel Ortega por los delitos de “conspiración para cometer menoscabo” y “propagación de noticias falsas”, delitos con los que Ortega ha encarcelado a sus críticos.