Desgarrador relato del destierro y confiscación del periodista Henry Briceño y familia de Nicaragua
El reconocido periodista y empresario nicaragüense, Henry Briceño, relató en entrevista, primeramente, con el periodista Carlos Fernando Chamorro y luego con Lucía Pineda Ubau, su dramático y violento destierro de Nicaragua, junto con su familia, el domingo 24 de noviembre.
En su relato desgarrador, Briceño, describió cómo fue detenido por fuerzas policiales en su hogar en San Rafael del Sur, sin previo aviso ni justificación legal, y posteriormente desterrado de manera violenta y arbitraria, junto a su esposa, hija y un niño de 11 años.
El día de la detención, alrededor de las 2:30 p.m., cuatro patrullas de la policía, encabezada por el jefe de la policía local, comisionado mayor Lázaro Clemente Quintanilla, irrumpió en su residencia. Según Briceño, los oficiales le informaron que era "el líder de la oposición" en la zona y que, por ello, debía ser detenido y desterrado de forma inmediata. Sin mostrar ninguna orden judicial, la policía se llevó a toda la familia, sometiéndolos a un trato humillante y violento.
"Nos llevaron en vehículos distintos, sin permitirnos llevar nada, ni siquiera nuestros pasaportes. La violencia fue extrema, y el trato hacia mi hijo de 11 años fue absolutamente irrespetuoso", comentó Briceño sobre el operativo, que era dirigido vía telefónica por el Comisionado General de la policía Horacio Rocha, quien es asesor presidencial de Daniel Ortega.
El operativo, que involucró 21 agentes, incluyó la confiscación de las propiedades de Briceño, entre ellas su residencia, un vivero, y varios negocios familiares, los cuales fueron ocupados por la policía. Sin embargo, Briceño aclaró que esas propiedades fueron traspasadas legalmente a su familia desde 2012 debido a su estado de salud y decidió en ese momento heredar a sus hijos.
Durante la entrevista, Briceño reveló que ya llevaba meses siendo hostigado por las autoridades, quienes lo sometieron a un acoso constante. La persecución alcanzó incluso momentos tan extremos como la vigilancia durante el entierro de su hermano en Diriamba. "La inteligencia nos pidió fotos del féretro de mi hermano, y nos presionaron durante todo el proceso", señaló.
La expulsión de Briceño y su familia culminó en la frontera sur de Nicaragua, donde fueron entregados a un destacamento del ejército que los enfilaron, los fotografiaron y les entregaron pasaportes recién emitidos. Luego, esos mismos soldados les obligaron a emprender camino entre zona montañosa y caminos oscuros.
Después, un trayecto tortuoso, llegaron a pie hasta la frontera de Costa Rica. "Las autoridades costarricenses nos recibieron con dignidad", comentó.
El periodista y empresario destacó que su mayor dolor fue el destierro de su hijo de 11 años, también, lamentó la confiscación de su patrimonio, obtenido legalmente durante años de esfuerzo y trabajo.
"Nos desterraron como si fuéramos criminales. Mi familia no merecía esto. El peor golpe fue hacia mi hijo, quien fue expulsado de su país sin ningún tipo de compasión", expresó Briceño con profunda tristeza.
"Alguien tiene que responder por lo que nos hicieron", concluyó Briceño.
La dictadura Ortega Murillo mantiene una política de destierro, confiscaciones y desnacionalización a personas críticas de su régimen o a cualquiera quencuestione el poder.