Al momento de los hechos, las víctimas tenían 6, 10 y 11 años, respectivamente. Los abusos sucedieron dentro del microbús, pero en una ocasión se produjo en la casa de una de las menores, pues Sánchez era amigo de confianza de la familia.
Durante la etapa de conclusiones, la fiscal Alexandra Mahoney pidió al Tribunal que le impusieran a Sánchez un castigo severo por la gravedad de los hechos.
Fuente: La Nación