Morderse las uñas podría ser mortal
En situaciones de mucha ansiedad y de notable nerviosismo, muchos descargan la energía contenida mordiendo sus uñas y, algunos, hasta se animan a tragarlas. Sin embargo, lo que parece ser un mal hábito estético, puede implicar severos problemas a nuestra salud, incluso, hasta conducirnos a la muerte misma.
En Inglaterra, un joven de 28 años y padre de dos hijos casi falleció a raíz de una infección que fue provocada tras haberse mordido las uñas. Gracias a un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, pudo sobrevivir, aunque no es el caso de todos debido a la desinformación que existe.
La historia de Luke Hanoman (28) se remonta a julio del año pasado, cuando comenzó a morder una de sus uñas y hasta se sacó una porción de piel. Todo parecía ir como de costumbre (al menos, desde su punto de vista), pero la “actividad” que repetía a diario le contrajo una infección que se estaba extendiendo a través de su sangre.
Durante siete días, el joven se sintió mal. Al principio, creyó que era una simple gripe por los síntomas, pero por las prolongadas dolencias se dirigió al hospital Southport, donde pasó cuatro días bajo observación y los médicos le dijeron las palabras que nunca más olvidaría: “Tenés suerte de estar vivo”.
Luke tenía líneas rojas por todo el cuerpo, un síntoma que pone en evidencia que una infección se está propagando por su cuerpo, además de señales como fiebre alta, sudores fríos y dificultad para respirar. La llamada sepsis es una complicación que se desarrolla después de una infección, cuando el sistema inmunitario comienza a funcionar a toda marcha y provoca insuficiencia orgánica múltiple.
“Fue bastante aterrador. Estaba cerca del shock séptico. Los doctores y las enfermeras fueron realmente buenos. No me dijeron lo malo que era porque creo que intentaban no preocuparme demasiado. Cuando me sentí mejor, me dijeron que tenía suerte de estar vivo”, contó Luke.
Shamir Patel, fundadora y farmacéutica de la cadena británica Chemist-4-U.com, explicó: "Quitar la piel alrededor de las uñas puede dejar heridas abiertas que pueden infectarse rápidamente”.
"Parece una historia médica de terror, pero es un hecho que la sepsis y otras infecciones pueden ser causadas por alguien que mordisquea la piel inadvertidamente. Cualquiera que tenga la costumbre de morderse las uñas debe conocer los riesgos involucrados y debe dejar de hacerlo”, dijo.
Algunos de los trucos más conocidos para dejar de comerse las uñas apuntan a utilizar esmaltes transparentes con ingredientes amargos que generan rechazo al llevar los dedos a la boca y a cuidar las uñas con podólogos, además de mantener la higiene con un cortaúñas en buen estado.
Masticar un chicle es otra de las opciones más sencillas que podemos elegir para que la boca esté ocupada y nuestra mente pueda “descargar” los nervios contenidos de alguna otra forma que no sea con las uñas.