Estas son las curiosidades de la Navidad
La palabra “Navidad”
El término Navidad proviene del latín “Nativitas” que significa nacimiento. El establecimiento oficial del 25 de diciembre como “día de Navidad” se produce en el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclama esta fecha para la Natividad de Cristo (a pesar de que Jesucristo no nació el 25 de diciembre). Lo cierto es que la Biblia no especifica una fecha u hora del nacimiento de Jesús.
La imagen de Papá Noel
El icono de Santa Claus o Papá Noel de los anuncios de Coca-Cola no conforma el origen de la imagen de Santa. La realidad es que la imagen de Santa Claus es más una figura que ha evolucionado con el paso del tiempo, moldeada por escritores, artistas e incluso historiadores. Así, las imágenes del conocido hombre gordito y barbudo con un traje rojo aparecieron en revistas, carteles y anuncios mucho antes del retrato alegre de esta conocida marca de refrescos. Además, según el libro “One Night Stands with American History”, Papá Noel no siempre tuvo barba. Fue el artista y dibujante Thomas Nast quien añadió la barba al personaje en las páginas de 'Harper's Weekly' durante la última parte del siglo XIX.
El origen de la estrella de Navidad
La estrella de Navidad que suele coronar nuestros árboles navideños es originaria de Filipinas. En esta zona del planeta, se preparan antorchas en forma de estrellas de cinco puntas, que iluminan la entrada de los hogares.
Sobre la ofrenda de oro, incienso y mirra
La tradición dice que los Reyes Magos de Oriente acudieron desde recónditos países a rendir homenaje a Jesús de Nazaret. Trajeron tres regalos: oro, incienso y mirra. Melchor, trajo oro por su gran valor y su belleza; Gaspar trajo incienso, una resina balsámica que al arder desprende un humo aromático muy agradable y Baltasar trajo mirra, una sustancia resinosa aromática con propiedades antisépticas, digestivas y antidepresivas.
El trineo de Santa Claus no viaja a la velocidad de la luz
Papá Noel tiene que visitar cada casa del mundo en una sola noche. Toda una hazaña que requiere de gran velocidad, ¿verdad? Pues técnicamente, según el Fermilab del Departamento de Energía de Estados Unidos, su trineo solo tendría que viajar al 99,999999% de la velocidad de la luz para completar su tarea, suponiendo que visite 800 millones de casas alrededor de nuestro globo.
La decoración del árbol de Navidad
Antes de que se inventaran las luces de Navidad, ahora tan tradicionales e indispensables en muchos hogares, los abetos de Navidad se decoraban con velas y manzanas. Posteriormente, se añadieron las luces, las bolas, la estrella y los lazos. Estos últimos representan la unión entre las familias y los seres queridos en esta época llena de ilusión y felicidad. Como curiosidad, uno de los arboles de Navidad más famosos por su tamaño, es el que se alza en el Rockefeller Center de Nueva York (EE.UU.), con alrededor de 24 metros de altura. En Dortmund (Alemania) también se encuentra un magno rival: un abeto natural de 45 metros de altura ubicado en el centro del tradicional mercadillo de Navidad.
El origen del árbol de Navidad
Estos característicos árboles de hoja perenne se convirtieron en la base de nuestro árbol de Navidad. Se cree que los alemanes fueron los primeros en traer "árboles de Navidad" a sus hogares durante las vacaciones y decorarlos con galletas y luces. Ahora, prácticamente todos los lugares del mundo siguen la tradición.
El principio de la navidad
La Navidad tuvo un comienzo lento en el escenario mundial. No fue hasta el año 336 dC cuando los obispos romanos registraron por primera vez el 25 de diciembre como el nacimiento de Cristo. La Navidad tomó el lugar de miles de antiguas celebraciones paganas del solsticio de invierno, los humanos le añadimos un significado religioso a estos símbolos festivos y continuaron la alegría bajo el nombre de Navidad.
Las cartas de regalos
¿A dónde van todas esas misivas con la ilusión contenida de millones de niños? Todas las cartas dirigidas a Santa Claus en los Estados Unidos van a Santa Claus, Indiana. Se trata de un pueblo situado a unos 6000 kilómetros al sur del polo Norte, cuyos voluntarios responden a las cartas que envían niños y adultos de todo el mundo.