Cinco mitos sobre el cerebro que son falsos
El cerebro es el órgano encargado de dirigir nuestro cuerpo. Todo lo que pensamos y hacemos pasa primero por nuestra cabeza, por lo que es normal que se generen rumores sobre lo que realmente pasa allí y así poder determinar qué nos diferencia de otros y por qué hacemos lo que hacemos.
Sin embargo, muchas de las creencias que se construyen acerca de él son falsas y propician la proliferación de mitos que finalmente no ilustran nada sobre su funcionamiento.
"Vivimos en un mundo de confusión constante entre lo que es verdad y lo que no. Esta es una sociedad impregnada de pensamiento mágico, de seres sobrenaturales, de falsas verdades", expresó Francisco Mora, doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y autor de Mitos y verdades, según una nota de Univisión.
Por ello, a continuación, te presentamos cinco mitos sobre el cerebro y si son verdaderos o falsos.
1. Solo usamos el 10% del cerebro
Esto es falso. Lo utilizamos de manera íntegra. El origen de este mito se le adjudica falsamente a William James, un famoso psicólogo norteamericano.
James dijo que era posible que una persona normal no utilizara más que el 10% de su cerebro en sus quehaceres diarios, pero lo que este especialista intentaba decir era que en nuestro día a día la mayoría no usa todos sus recursos intelectuales.
Son muchas las causas, pero no es cierto que sea por usar una pequeña parte del cerebro.
“Tanto en su anatomía como en las muchas funciones que expresa a lo largo de la vida del individuo, el cerebro requiere de su completa integridad”, manifestó Mora.
Este mito permanece porque impulsa a las personas a intentar mejorar su capacidad intelectual y porque favorece la venta de métodos que nos ayudan a "ampliar" el porcentaje del cerebro que supuestamente "usamos" para diferenciarnos de la mayoría.
2. El hemisferio derecho es el lado creativo y el izquierdo es el lado lógico
Falso. Nuevamente, el cerebro funciona como un todo.
En primer lugar, esta teoría no posee ninguna base científica y, de acuerdo a Mora, aunque el cerebro está divido en dos hemisferios estos no actúan por separado, sino que ambos están conectados "física y funcionalmente a través de fibras nerviosas".
"El cerebro funciona como un todo, debido a la constante transferencia de información de un hemisferio al otro", explicó.
Igualmente, Mora comentó que “la existencia de talentos y capacidades más afines o selectivas para las matemáticas que para el arte, o hacia las ciencias frente a las letras, no viene correlacionada con la dominancia funcional de uno u otro hemisferio, sino con el rendimiento de la función conjunta final de ambos hemisferios y de su interacción con el ambiente familiar y la cultura en la que viven”.
3. Leer la mente, la telequinesis y adivinar el futuro es posible
Es falso. Según el especialista, estas capacidades solo pueden proceder de la imaginación, miedo y engaño, pues no existe ninguna investigación que fundamente esta creencia; sin embargo, un estudio en 2005 reveló que el 41% de las personas adultas en Estados Unidos cree en la percepción extrasensorial.
4. El "efecto Mozart"
También es mentira. Hace años un estudio publicado en la revista científica Nature presentó un trabajo donde se demostraba que en estudiantes que escucharon una sonata para piano de Mozart por diez minutos aumentó de manera temporal su capacidad intelectual. El trabajo tuvo tanta difusión que impulsó las ventas de juguetes y CD con música de Mozart, comprado en especial por padres que deseaban que sus hijos tuvieran una mayor capacidad intelectual. Así nació el “efecto Mozart”.
Posteriormente, estudios descubrieron que esto no ocurre solamente tras escuchar Mozart, sino también otros géneros musicales y con la lectura de textos con alto contenido emocional.
En conclusión, cualquier estímulo excitante produce un aumento de la capacidad de aprendizaje y memoria de manera pasajera.
5. Se puede levitar
Otra vez, falso. No es posible levantar el cuerpo del piso sin la ayuda de algún aparato. Solo es posible en la imaginación o el cine. De resto, es un truco. Lo que sí podemos es sentir, tras algún accidente, estrés o el efecto de algunas drogas, que flotamos o estamos fuera de nuestro cuerpo, pero no es real.