Qué es "futoko", el fenómeno por el que miles de niños se niegan a ir a la escuela en Japón
Y como el absentismo escolar no para de aumentar, muchos se preguntan si se trata más de un problema originado por el sistema que por los alumnos.
Yuta Ito, de 10 años, esperó hasta las vacaciones de la Semana Dorada (del 29 de abril al 5 de mayo) para decirle a sus padres cómo se sentía y que no quería seguir yendo a clases .
Sin embargo, aunque renuente, por meses el joven continuó asistiendo a la escuela. Con frecuencia se negaba a ir: Ito era acosado y se peleaba con sus compañeros de manera constante.
Finalmente, para sus padres quedaron solamente tres opciones: llevar a Yuta a terapia con la esperanza de que las cosas mejoraran , educarlo en el hogar o mandarlo a una escuela libre. Y eligieron la última opción.
Un pasado como enfermedad mental
Ito es uno de tantos futoko japoneses, definidos por el ministro de Educación como niños que no van a la escuela por más de 30 días por razones no relacionadas con las finanzas familiares ni la salud.
El término futoko ha sido traducido de varias formas: absentismo, fobia o negación a ir a la escuela .
La actitud hacia este grupo de personas ha cambiado durante décadas. Hasta 1992, el absentismo escolar, en ese entonces llamado tokokyoshi (resistencia), era considerada una enfermedad mental.
Pero en 1997 la terminología cambió y se comenzó a utilizar futoko, un término más neutral y que simplemente significa absentismo .
En el mes de octubre el gobierno anunció que el absentismo en alumnos de escuela primaria y secundaria había batido récords. En 2018 hubo 164.528 niños que se ausentaron por más de 30 días, una cifra superior a los los 144.031 casos registrados en 2017.
Escuelas alternativas
El movimiento de la escuela libre comenzó en Japón en los 80 como respuesta al incremento de los futokos.
Se trata de escuelas alternativas que operan sobre los principios de libertad e individualismo .
Si bien son una opción diferente a la educación obligatoria y a la educación en el hogar, no ofrecen una cualificación reconocida.
El número de estudiantes de estas escuelas alternativas se ha disparado con el paso de los años, pasando de 7.424 en 1992 a 20.346 en 2017 .
Abandonar los estudios puede provocar consecuencias a largo plazo y existe un alto riesgo de que los jóvenes se aíslen de la sociedad por completo y se encierren en sus habitaciones. A este fenómeno se le conoce como hikikomori
Preocupa aún más el número de estudiantes que se ha suicidado . En 2018, los suicidios escolares alcanzaron una cifra récord en 30 años con 332 casos.
Esto provocó que el gobierno japonés introdujera una ley en 2016 con recomendaciones especiales para las escuelas.