Yankees derrotan a los Atléticos y se enfrentarán a las Medias Rojas
Los Yankees jugaron por segundo año consecutivo el Juego por Wild Card de la Liga Americana y por segunda ocasión, New York ha conseguido avanzar a la Serie Divisional. Mientras el año pasado, las víctimas fueron los Twins, en esta temporada fueron los Athletics.
Oakland no representó una gran amenaza para los 'Bombarderos del Bronx'. Desde la primera entrada los Yankees se adelantaron en el electrónico con un batazo de cuatro esquinas de Aaron Judge que, además, llevó a Andrew McCutchen a home.
Este batazo tempranero comenzó con la larguísima lista de rotaciones por parte de Bob Melvin en el bullpen de Oakland. La lomita vio desfilar a Lou Trivino, Shawn Kelley, Fernando Rodney, Blake Trenien y Jeurys Familia.
Y los Athletics intentaron vender cara la derrota. En distintos innings dejaron hombres en los senderos, siendo el caso de la quinta entrada, donde con dos hombres embasados, Oakland se fue con las manos vacías.
Una entrada después los Yankees hicieron pagar caro el error a Oakland. Primero fue una doble de Aaron Judge, sucedido por otro extra base de Aaron Hicks para poner una carrera más en el marcador.
Pero New York no se conformó con eso. Dos turnos después y con Stanton también colocado en base, Luke Voit conectó un triple que impulsó a Hicks y al ex Marlin. Finalmente, el inicialista se robó el home y puso seis carreras para los 'Yanks'.
En el octavo rollo, Oakland intentó reaccionar, pero el encuentro ya era lo demasiado maduro como para dar sorpresas. Khris Davis dio un palazo salvaje que voló la cerca y trajo a Jed Lowrie para romper el cero.
No obstante, New York no se iba a cruzar con los brazos cruzados y Giancarlo Stanton regresó el favor. El outfielder bateó un home run solitario para ponerle número a la casa.
Con esta victoria, los Yankees se medirán con los Red Sox en la ALDS. La última vez que ambas novenas se enfrentaron en el baseball de octubre, los de Massachusetts vencieron a New York cuatro juegos a tres, después de un déficit de tres partidos perdidos.
Por Uriel Parilla