¿Cómo le va a los empresarios con el COVID19?
El economista Enrique Sáenz analizó el impacto de la pandemia del COVID-19 en las empresas nicaragüenses, a partir de los resultados que arrojó una encuesta que realizó el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según Sáenz, más de la mitad de las empresas está paralizada o semiparalizada “El primer dato abrumador es que el 7% de las empresas clausuraron sus operaciones y el 46% suspendieron parcialmente sus actividades. Es decir, el 53%. Evidentemente, detrás de este porcentaje de empresas afectadas se encuentran miles de cabezas de familia, varones y mujeres, que perdieron su empleo y sus ingresos”, explicó.
La encuesta señala que el 40% de las empresas consultadas manifestaron que tienen planeado despedir más trabajadores, mientras el 10% está contemplando cerrar operaciones.
El economista considera que la clausura de empresas, la disminución de las actividades económicas y el aumento del desempleo, unido a la caída de las remesas, se traduce en menor capacidad de compra de la población “a menos compras, menores ventas”.
Sáenz manifestó que para el 80% de las empresas, el principal desafío es la caída de la demanda y consecuentemente, pérdida de ingresos. “No puede extrañar entonces que, para el 64% de las empresas, esto es, para dos de cada tres empresas, el segundo desafío es la falta de fondos suficientes para afrontar sus costos de operación y laborales” enfatizó.
Para el experto, afrontar el pago de impuestos, los costos de energía eléctrica, comunicaciones y combustible, más los pagos al INATEC y al INSS, generan un cuadro de extrema vulnerabilidad para las empresas que no dispone de un plan de sostenibilidad.
Respecto a la respuesta de las empresas frente al contagio del COVID-19, la medición revela que el 57% de las empresas se vieron obligadas a enviar trabajadores a sus casas por presentar síntomas de la enfermedad. El 99% de las empresas declaró que adoptan medidas y proveen productos y equipos de protección a los trabajadores.
El economista reconoce que otros países están sufriendo severos impactos; sin embargo los gobiernos están aplicando medidas económicas dirigidas a mitigar los perjuicios tanto en empresas como en desempleados y, en general, en las familias. En Nicaragua, 99% de las empresas respondió que no reciben ningún tipo de apoyo financiero, fiscal o de otra índole por parte del gobierno.
Las empresas consultadas pertenecen a todas las ramas de actividad económica, desde comercio, industria y agricultura, hasta minería, zonas francas y hoteles. La investigación se enfocó en medianas y grandes empresas, aunque también se incluyeron, en un porcentaje menor, pequeñas y microempresas.