Nicaragua recibirá financiamiento de 15 millones de dólares por huracanes Eta e Iota

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó este lunes al viceministro del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua firmar un financiamiento con el Banco Mundial por un monto de 15 millones de dólares para financiar proyectos relacionados a atender la emergencia provocadas por los huracanes Eta e Iota en noviembre de 2020.

Ortega otorgó plenos poderes al viceministro Bruno Mauricio Gallardo para actuar en nombre del Ejecutivo. “Suscriba con la International Development Association del Banco Mundial, el convenio de subvención “Financiamiento Adicional al Proyecto de Respuesta de Emergencia Eta e Iota en Nicaragua”, reza parte del acuerdo presidencial 106-2023, publicado en La Gaceta, Diario oficial.

La subvención, por 15 millones de dólares, es también parte de la “Segunda enmienda al convenio de financiamiento No. 6826-NI”, amplía el documento.

Además, señala que los proyectos serán ejecutados por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua.

LEER MÁS: A 5 meses de su destierro, excarcelados nicaragüenses reconstruyen sus vidas con trabajo y familia

“La certificación de este Acuerdo acreditará la representación del viceministro de Hacienda y Crédito Público para la suscripción del Convenio de Subvención “Financiamiento Adicional al Proyecto de Respuesta de Emergencia Eta e Iota en Nicaragua” y la Segunda enmienda al convenio de financiamiento No. 6826-NI” Carta de Modificación del Proyecto de Respuesta de Emergencia Eta e Iota”, se lee en el artículo 2, del presente acuerdo.

Asimismo, el documento agrega que los términos del financiamiento han sido previamente acordados entre el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la International Development Association del Banco Mundial.

Más préstamos

En el año de los huracanes Nicaragua recibió 238,1 millones de dólares en cooperación externa, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) abrió una línea de crédito de 200 millones de dólares para enfrentar el desastre, y el país cobró 30,6 millones de dólares del Caribbean Catastrophe Risk Insurance Facility (CCRIF, por sus siglas en inglés) por las pérdidas.

También hubo donaciones millonarias de Japón y Taiwán, y otras menores de Estados Unidos, España y el mismo BCIE, así también hubo un fondo de la cooperación estadounidense vía USAID.