Economista explica por qué nicaragüenses usan menos las tarjetas de crédito y más las de débito

El Banco Central de Nicaragua (BCN) informó que hay un aumento en el uso de instrumentos de pago y dinero electrónico en Nicaragua. Según la entidad estatal, de los 2.9 millones de tarjetas que estaban en uso al 30 de junio de 2024, 2.2 millones eran tarjetas de débito (75.1 por ciento del total), 685,947 de crédito (23.4 por ciento del total). 

Para el economista Marco Aurelio Peña, que la ciudadanía utilice más tarjetas de débito que de crédito, significa que las personas están consumiendo lo que deberían ser sus ahorros.

“Están pagando, comprando con su propio dinero, y esto puede tener una repercusión en los ahorros, es decir, hay un descenso de la capacidad de ahorro que pueda tener el nicaragüense, porque se supone que el concepto de la tarjeta de débito, es retirar dinero de una cuenta de ahorro, pero si los nicaragüenses usan constantemente su tarjeta de débito, significa que ya no es una cuenta de ahorro sino de consumo, es decir, están consumiendo sus ahorros”, dice el economista.

"Matemáticamente el ahorro es igual a: los ingresos menos el consumo. Todo aquello que no se destina al consumo es ahorro. Quiere decir no queda dinero guardado", dijo el economista.

Para Peña, el hecho de que las personas estén utilizando más los débitos, no es síntoma de una economía robusta. 

“Una arista positiva es que el nicaragüense usa su propio dinero, se está endeudando menos con bancos comerciales, mientras las aristas negativas, son que los bancos comerciales están aprobando menos tarjetas de crédito para consumo personal, y el crédito “aceita” la economía y estimula el consumo”, indica el experto. 

Los escuetos salarios en el sector público y privado, el aumento del sector informal, el alto costo de la vida, y la inestabilidad política y económica del país, podrían ser algunos de los factores que hace que cada vez menos nicaragüenses sean elegibles para el otorgamiento de créditos.

“Positivo sería que se estén aprobando más créditos productivos, créditos PYMES para la pequeña y mediana empresa, créditos agropecuarios, créditos para la producción, pero esos datos no los sabemos”, comentó Peña.

En sus reflexiones, el analista considera que hay precaución para no endeudarse con bancos, pero también podría estar desperdiciando la oportunidad de generar un récord crediticio.

“Cuando una persona tiene una tarjeta de crédito y la utiliza con inteligencia y educación financiera, entonces resulta. El titular de la tarjeta de crédito va generando un buen récord crediticio al hacer un uso inteligente de la tarjeta. Eso le va a permitir acceder a otro tipo de crédito, puede ser un crédito personal y después otro tipo de crédito. Va ganando una mejor calificación como sujeto bancarizable”, sostiene Peña. 

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"Podría haber un motivo. Precaución de parte de los bancos y de parte de las personas, quizá, la persona están haciendo una lectura de que no es un buen momento para endeudarse. En Nicaragua los bancos tienen privilegios bancarios, como dice la gente el banco nunca pierde”, comenta el economista.

También, está el sector que no se endeudó con bancos, pero sí con otras alternativas que se han popularizado en el país. 

“En Nicaragua existen casas de empeño, se han multiplicado los prestamistas que cobran tasas de interés de hasta el 10% mensual, han emergido las microfinancieras y son las que otorgan préstamos a pequeños emprendedores con tasas de interés leoninas”, dijo el economista. 

Según Marco Aurelio Peña, las instituciones de microfinanza están autorizadas a cobrar hasta un 50% anual de interés “eso viene siendo un 4.17 % al mes y los pequeños emprendedores luchan por salir adelante”, dijo el experto. 

El economista considera que en Nicaragua debe haber más educación financiera para sacar provecho de los créditos. 

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“En la mayoría de las economías del mundo, las personas salen adelante con endeudamientos, y eso incluye a los empresarios. Se endeudan para conseguir propiedades y para tener un capital de inversión, el punto es cómo gestionar el dinero”, indicó Peña, quien concluyó diciendo que la disciplina e inteligencia financiera requiere planificación.