Orozco: Ley de Administración del Sistema Monetario es un riesgo financiero y concentración de poder
Manuel Orozco, politólogo nicaragüense y director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, analizó los cambios que trae la Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero, Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero, aprobada por la Asamblea Nacional, el jueves 26 de diciembre. Orozco alerta de altos riesgos financieros para la banca nacional.
Orozco, señala que uno de los principales cambios que introducen esta ley es el alto poder discrecional otorgado al Consejo Directivo Monetario y Financiero, CDMF, en particular en tres artículos claves: el 138, 139 y el 140, que hacen referencia al control del gobierno corporativo y a la posibilidad de anular nombramientos, destituir personal de las instituciones financieras y autorizar aportes de capital o traspasos de activos.
Según Orozco, este poder recae en manos del recién creado CDMF, sin una especificación clara de las razones legales para ejercer tales decisiones.
“Estos artículos resaltan un alto riesgo financiero, ya que la determinación para ejercer estas autorizaciones recae en manos del CDMF sin una claridad sobre la ley que estipula las razones de ejercer anulación, destitución o autorización”, comenta Orozco en un escrito enviado a 100% Noticias.
Sigilo bancario ambigüo
Otro aspecto señalado por el analista, es la modificación del artículo 25 sobre el sigilo bancario, que ahora deja abierta la interpretación de qué leyes regirán la definición de "información reservada o privada".
En la ley anterior, el artículo 73 del Banco Central de Nicaragua (BCN), hacía referencia explícita a la Ley N° 621, Ley de Acceso a la Información Pública, y su reglamento. Sin embargo, la nueva ley establece que los criterios de privacidad se determinarán según la “ley de la materia”, sin especificar cuál es esa ley.
Concentración de poder del presidente del BCN
Un punto clave en el análisis de Orozco es la consolidación de poder en torno al presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes. Según el politólogo, la creación del CDMF y la integración de las funciones del Banco Central y la Superintendencia de Bancos en un solo cuerpo, consolidan la autoridad de Reyes, quien ahora tiene un peso significativo en las decisiones financieras y monetarias del país.
“Pone a Ovidio Reyes como el hombre fuerte de Nicaragua, después de Daniel Ortega y Rosario Murillo, e incluso encima de Horacio Rocha y el General Avilés (ya que ahora él es la autoridad política con mayor peso de decisión en la vida del país decisiones de carácter financiero y monetario)...se puede interpretar que esta ley se estableció para otorgar superpoderes al presidente del BCN. En ese contexto, y ante la disminución del número de miembros leales (que originalmente eran 500 y quedan menos de 100) y bien formados, dentro del círculo de poder (sea por sanción internacional, exilio, autocensura, o purga) no le quedaba de otra al régimen de dejar todo este quehacer en manos del presidente del BCN, y facilitarle el trabajo de la política económica”, expresó Manuel Orozco.
En conclusión, el análisis de Manuel Orozco sugiere que la aprobación de esta ley no solo introduce riesgos financieros, sino que también refuerza la concentración de poder en las manos de unos pocos, lo que podría tener implicaciones negativas para la estabilidad económica.