En la Audiencia de oficio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en su período de sesiones 186, se denunció el despojo arbitrario de la nacionalidad a 317 nicaragüenses y las graves violaciones a derechos humanos conexas en Nicaragua, asimismo, se presentaron solicitudes urgentes para que se devuelva la nacionalidad a los apátridas y se libere a los presos políticos.
Después de escuchar las denuncias y relatos impactantes de los nicaragüenses despojados de su nacionalidad, los comisionados de la CIDH dijeron que Nicaragua no está sola y que seguirán trabajando para que haya justicia.
Carmen Herrera, de Raza e Igualdad, señala que la reciente excarcelación y destierro de 222 personas privadas de libertad por motivos políticos que fueron sometidas a torturas y tratos crueles e inhumanos ameritó también el otorgamiento de medidas de protección por “esta Comisión y la Corte Interamericana; sin embargo, las decisiones y recomendaciones de ambas instancias no fueron implementadas por el Estado, incurriendo en desacato declarado por la propia Corte”.