Sigue la tensión en Bolivia, OEA dice que "la gente votó en libertad"
El clima de tensión y descontento aumenta en varias regiones de Bolivia, mientras avanza lento el conteo de votos que llevará al resultado final de los comicios del pasado domingo, según constató un equipo de la Voz de América basado en esta nación.
El miércoles en la tarde y la noche seguían las protestas convocadas por las plataformas ciudadanas que se aglutinaron en la cercanía de los Tribunales Electorales Departamentales de Santa Cruz, Cochabamba, Oruro y Chuquisaca para instalar vigilias en rechazo a los resultados preliminares y el rol del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Con más del 90,4 % de las actas computadas por el Tribunal Supremo Electoral Tribunal Supremo Electoral (TSE) hasta las 9:00 de la noche del miércoles, el candidato por el Movimiento al Socialismo (MAS) Luis Arce lleva ventaja con el 54,49 % frente a Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) con el 29,18 %.
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Los que protestan argumentan que hubo "fraude" de parte del MAS. Efectivos policiales redoblaron la seguridad en torno a las manisfestaciones.
Opositores, gobiernos y OEA respaldan el proceso
Tras las elecciones del domingo, un conteo rápido adelantó la eventual victoria del MAS. Incluso, candidatos de otros partidos, entre ellos Mesa, de Comunidad Ciudadana, admitieron la derrota. Varios gobiernos, incluyendo Estados Unidos, felicitaron al candidato de MAS y aplaudieron la forma en que se celebraron los comicios supervisados por la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) y el Centro Carter.
Lo que ocurra esta vez es vital para Bolivia, después de la crisis política que atravesó la nación por las controvertidas elecciones de hace un año, donde también hubo denuncias de supuesto fraude que llevó a protestas muchas veces violentas y a la renuncia de Evo Morales.
La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos felicitó a la ciudadanía y a las autoridades en un comunicado el mismo miércoles "por la celebración de unos comicios exitosos que transcurrieron de manera pacífica".
"La gente votó en libertad y el resultado fue claro y contundente, lo que da una gran legitimidad al gobierno entrante, a las instituciones bolivianas y al proceso electoral en su conjunto", dijo la OEA.
"La Misión felicita, asimismo, al presidente electo Luis Arce y al vicepresidente electo David Choquehuanca Peña por su triunfo en las urnas", recalcó el organismo. En el informe de casi treinta páginas, la misión de la OEA concluyó: "Hoy Bolivia tiene una autoridad electoral independiente y tuvo una contienda más equitativa, lo que dio como resultado una jornada electoral exitosa en la que no se presentaron acciones fraudulentas".
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En medio del descontento, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, ha pedido a los bolivianos que salieron a las calles a protestar que esperen los resultados oficiales y definitivos del recuento. Además reiteró que el proceso de votación se realizó en un ambiente de paz y tranquilidad y pidió a los bolivianos cerrar del mismo modo el proceso electoral.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, se refirió a las movilizaciones y pidió certidumbre al Tribunal Supremo Electoral con la difusión de los resultados.
"Lo que no vamos a permitir es violencia ni confrontación, por eso es que creemos y pedimos al Tribunal Supremo que sea responsable como ha venido siendo, pero lo que le está fatando es claridad y cetidumbre al país. Nosotros no nos podemos meter en el tema electoral, no nos compete”, dijo Murillo.
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Arce, exministro de Economía de 57 años, que es visto como el artífice del éxito económico del gobierno de Morales, dijo que el expresidente puede regresar al país como a sugerido, pero "no va a tener ningún rol en nuestro gobierno".
Sin embargo, ya adelantó que entre las primeras medidas que asumirá su gobierno está el restablecimiento de las relaciones con el gobierno de Cuba y el gobierno en disputa de Venezuela, como parte de la política exterior boliviana. De concretarse, la medida supondrá un giro radical respecto a la decisión del gobierno interino de Jeanine Áñez, que puso en pausa las relaciones con ambas autoridades izquierdistaspuso en pausa las relaciones con ambas autoridades izquierdistas.