El FMI cree que Rusia sentirá más el peso de las sanciones en 2023
El Fondo Monetario Internacional cree que Rusia notará más los efectos de las sanciones impuestas en su contra por la invasión de Ucrania a partir de 2023, mientras está resistiendo mejor este año.
En su última revisión de las perspectivas económicas globales, el FMI mejoró su previsión para Rusia este año aunque empeoró la del que viene: en 2022 espera una caída del 6 % (frente al 8,5 calculado en abril) y en 2023 espera un retroceso del 3,5% (frente al 2,3 que calculaba antes).
Las razones de que Rusia no esté cayendo tanto como se esperaba son dos, según explicó en rueda de prensa el director de Investigación del Fondo, Pierre-Olivier Gourinchas.
Por un lado, las medidas que tomó el país para estabilizar su sector financiero han sido "muy efectivas" y han "ayudado a soportar la economía nacional" y por otro, el país se ha visto beneficiado por las exportaciones de petróleo y gas al resto del mundo, sobre todo a Europa, en un contexto de subida de los precios energéticos como el actual.
En la misma línea, la subdirectora del Departamento de Investigación, Petya Koeva, dijo en esta rueda de prensa que la demanda interna ha sido fuerte en Rusia, gracias a las medidas de apoyo fiscal y también a las actuaciones para restaurar la confianza en el sistema financiero, "lo que no parecía posible al inicio de la crisis".
En el caso de 2023, Gourinchas consideró que será ese año cuando Rusia notará en mayor medida las numerosas sanciones aprobadas contra el país por la invasión de Ucrania.
"Creemos que el impacto de las sanciones va a llevar a un deterioro mayor en 2023", dijo el economista del Fondo para justificar el cambio en las previsiones de ese año.