Christy Bowe, los "ojos que hablan" de tres décadas en la Casa Blanca
De los tiempos oscuros de Bill Clinton a la solitaria toma de posesión de Joe Biden, la fotoperiodista Christy Bowe acumula en tres décadas de carrera el retrato de cinco administraciones, que ahora ha encapsulado en un libro en el que cuenta los detalles de aquello que queda fuera de plano.
"Eyes that speak" es el título de esta recopilación, un repaso de las fotografías más especiales de su carrera, que ha estado centrada principalmente en las coberturas políticas. Un título que tiene que ver, cuenta a Efe en una entrevista, con que los ojos son "la ventana del alma de cada persona".
Y eso es precisamente lo que la periodista lleva intentando hacer durante toda su carrera, ir más allá de lo que todos retratan y mostrar la humanidad detrás de rostros fotografiados millones de veces.
"Me gusta mostrar la humanidad de los retratados y buscar los momentos espontáneos, porque la mayor parte del tiempo no soy el único fotógrafo allí y necesito que mis imágenes destaquen, sean un poco diferentes", explica la comunicadora.
Por eso, cuando está en una habitación como el despacho oval, trata de mirar a su alrededor y ver "quién más está dentro, qué más está pasando, porque a menudo las mejores imágenes son lo que sucedió antes o después de lo que viniste a documentar", afirma.
Dos de sus fotos favoritas son ejemplo de ello y están en el capítulo dedicado a Barak Obama, dos "momentos muy naturales y genuinos".
La primera de ellas es de Michelle y Malia Obama, durante la tradicional fiesta de la carrera de los huevos de Pascua en la Casa Blanca, y en ella la hija arregla el flequillo a su madre; la otra es del propio Obama, en la que choca las manos con varios niños.
Incluso con Donald Trump se planteó el reto de reflejar cercanía y lo consiguió en otra de sus fotos favoritas, cuando el entonces mandatario dio la bienvenida a los ganadores de la Serie Mundial, el equipo de béisbol Washington Nationals, y aparece dándole "un abrazo de oso" a uno de los jugadores, Kurt Suzuki.
Para Bowe, aquella época fue "muy turbulenta y complicada”, no solo por la compleja relación entre la prensa y el Gobierno de Trump sino también porque reinaba la improvisación. "Con otros presidentes que he cubierto durante mi carrera había un calendario muy bueno y sabías con anticipación lo que había en la semana", explica.
Christy Bowe recuerda la primera vez que cruzó la puerta del 1600 de la Avenida Pennsylvania, en octubre de 1994, para escuchar los comentarios del presidente Clinton después de que un hombre disparara contra la fachada de la Casa Blanca, uno de los incidentes de seguridad que el entonces presidente vivió en aquella época.
Es consciente de que ha presenciado algunos de los momentos políticos más significativos de las últimas décadas, entre ellos el proceso de destitución de Donald Trump o memorables encuentros entre presidentes como el de Bill Clinton, Jimmy Carter y Gerald Ford o el de George W. Bush, Barack Obama y Clinton.
La fotógrafa cree que ha sido una "testigo cercana de la historia" y lo ve como una "bendición", pero también siente "mucha responsabilidad", la de poder mostrar su propio punto de vista de lo que está sucediendo.
Pero sin duda, el momento más dramático de su carrera fue el 6 de enero de 2021, el día del asalto al Capitolio, cuando sufrió ataques verbales y físicos que no le impidieron hacer su trabajo.
"Fueron los momentos más intensos de mis treinta años de cubrir la Casa Blanca", recuerda Bowe, que ganó por sus fotos el premio "Paris Photo Prize State of The World".
Pese a que la mayor parte de la carrera de Bowe está relacionada con la política, no solo ha fotografiado a personajes relacionados con este mundo.
Por su lente, como atestigua el libro y su propia portada, han pasado personas que van desde la princesa Diana de Gales, la madre Teresa de Calcuta, el Dalai Lama, Nelson Mandela, la reina Isabel de Inglaterra o la actriz Angelina Jolie.
Con "Eyes that speack" Bowe busca además dar visibilidad a las fotoperiodistas mujeres y servir de inspiración, ya que aunque hoy "hay más mujeres en la industria que las que había", todavía se está muy lejos de la paridad, entre otras cosas porque "es un trabajo muy demandante físicamente".
"Quería que ese fuera el propósito de escribir este libro también, pero sobre todo quería que la gente supiera que hay mucho más en una imagen de lo que la gente ve", sentencia.
Paula Escalada Medrano