Putin amplía la categoría de los rusos que no serán llamados a filas para combatir en Ucrania
El presidente ruso, Vladímir Putin, amplió hoy la categoría de los rusos que no serán llamados a filas en la marco de la impopular movilización parcial que ha provocado un éxodo de hombres en edad militar desde su decreto el pasado 21 de septiembre.
"Hoy ya emití para su publicación el decreto (...), donde se incluyen esas mismas modificaciones", dijo Putin durante una reunión con profesores.
Putin precisó que serán eximidos de movilización los estudiantes que cursen estudios universitarios en instituciones privadas con licencia estatal.
Tampoco serán llamados los estudiantes que estudien de manera vespertina y aquellos que hagan cursos de posgrado.
Los rusos que estudien en instituciones educativas religiosas tampoco tendrán que combatir en la "operación militar especial" en Ucrania.
"El decreto entra en vigor el día de su firma, es decir, hoy. Yo creo que con este decreto el problema al que usted ha aludido quedará resuelto", dijo Putin, tras ser preguntado al respecto.
La movilización parcial provocó un gran descontento social, especialmente en algunas regiones pobladas mayoritariamente por minorías étnicas, que sufrieron muchas bajas en las primeras semanas de combates en Ucrania.
Según una reciente encuesta, la aprobación del presidente ruso bajó varios puntos debido al decreto presidencial, que Putin aprobó tras la falta de avances del Ejército ruso desde principios de julio.
El martes el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, afirmó que más de 200.000 ciudadanos ya se han incorporado a filas desde el 21 de septiembre de un total de 300.000 reservistas que deben ser movilizados.
"Es sumamente importante estudiar atentamente cada solicitud. No hay que rechazar a nadie sin razones de peso", subrayó Shoigú.
El pasado jueves Putin ordenó enviar a sus casas a todos los hombres movilizados por error ante las crecientes protestas y denuncias de arbitrariedades por parte de responsables de oficinas de alistamiento.
Uno de los casos más flagrantes se produjo en la región de Jabárovsk, en el extremo oriente de Rusia, donde fue destituido el comisario militar regional por movilizar de manera irregular a miles de ciudadanos.
Las autoridades anunciaron que castigarán con hasta quince años de cárcel los intentos de incendiar los centros de reclutamiento, que han sufrido decenas de ataques en los últimos meses.