Nobel de la Paz Óscar Arias lamenta que no se promueva un cese al fuego en Gaza y Ucrania
El expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias, lamentó que no se esté promoviendo un cese al fuego en Gaza y en Ucrania y que, por el contrario, la carrera armamentista siga en crecimiento.
"¿Qué hubiera hecho yo si fuera tan poderoso como del presidente de Estados Unidos? Buscar un cese al fuego tanto en Gaza como en Ucrania, llevar a las partes en conflicto a la mesa de negociación, pero en su lugar se ha evitado eso", declaró Arias en una entrevista con EFE.
El ganador del Premio Nobel de la Paz 1987 por ser el artífice del Plan de Paz de Centroamérica, aseguró que la guerra entre Rusia y Ucrania comenzó desde el 2014 y que la ayuda de Estados Unidos a Kiev se dirige a los fabricantes de armas estadounidenses.
"Cada vez que veo al Congreso (de Estados Unidos) aprobando miles de millones de dólares para el Gobierno de Kiev, realmente (Volodímir) Zelenski (presidente de Ucrania) no ve un dólar, todo va para los fabricantes de armas de Estados Unidos", apuntó Arias.
El expresidente de Costa Rica entre 1986 y 1990 y entre 2006 y 2010, recordó que a lo largo de su trayectoria política el desarme y la lucha contra la militarización han sido sus principales banderas, algunas veces con propuestas "quijotescas" que "han caído en oídos sordos".
"Ahora que Estados Unidos le exige a los miembros de la OTAN gastar al menos el 2 % del PIB en defensa, es seguir alimentando la carrera armamentista, que tiene un precio enorme", expresó Arias.
Además, calificó a Estados Unidos como un país que "ha ido a la guerra para salvarnos de dictadores como en la Segunda Guerra Mundial", pero que también "con mucha facilidad utiliza la fuerza militar para tratar de solucionar cualquier conflicto o para invadir a aquel que Washington señale como su enemigo".
Arias, de 83 años de edad, presentó esta semana su libro 'Páginas de mi memoria', en el que hace un repaso por su carrera política, por los logros y sus vivencias en los dos Gobiernos que presidió, y por el proceso de paz en Centroamérica que le llevó a ganar el Premio Nobel de la Paz en 1987.
El político también recuerda en su libro sus esfuerzos y los de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano por luchar por el desarme y contra el crecimiento de los presupuestos militares en el mundo.