Trump atrae la atención mundial y traslada el centro de poder geopolítico a Mar-a-Lago
El futuro presidente estadounidense, Donald Trump, ha captado la atención mundial al recibir llamadas de más de 70 jefes de Estado y de Gobierno y, mientras las felicitaciones se suceden, el foco del poder geopolítico se desplaza progresivamente de la Casa Blanca a Mar-a-Lago en Florida, donde el republicano comienza a preparar su nueva Administración.
Horas después de que fuera declarado ganador, empezaron a llegar mensajes de felicitación desde las principales capitales del mundo, desde París a Jerusalén y Roma. El equipo de asesores de Trump en Florida, atentos a cada detalle, tomaron nota de quién le contactó primero y en qué orden, según la CNN.
Entre los líderes que hablaron con Trump por teléfono en las primeras 24 horas se encuentran el mandatario chino, Xi Jinping; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien también fue de los primeros en felicitarle públicamente en su cuenta de X.
Netanyahu celebró el "mayor regreso de la historia" de Trump y afirmó que su "retorno histórico" a la Casa Blanca en enero representa un "nuevo comienzo" para el país norteamericano y un "fuerte compromiso con la gran alianza entre Israel y Estados Unidos".
"¡Esta es una gran victoria!", dijo usando un lenguaje similar al que el propio Trump ha empleado para describir su triunfo sobre la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, en las elecciones del martes.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también habló con Trump en una llamada en la que también estuvo el multimillonario Elon Musk y, en X, le felicitó por su "impresionante victoria electoral".
Gestos de lealtad
Trump, quien ve las relaciones con otros líderes en términos transaccionales, nunca ha podido olvidar las elecciones de 2020 y recuerda qué líderes felicitaron a Joe Biden y quiénes le mostraron lealtad a él después de que promoviera teorías falsas sobre fraude electoral.
En aquel momento, Trump se molestó particularmente con Netanyahu, quien felicitó a Biden solo un día después de que fuera proclamado ganador, aunque ambos han ido limando asperezas desde entonces.
Debido a la importancia personal que Trump otorga a la lealtad, los líderes mundiales se apresuran a expresarle su apoyo, incluso algunos que criticaron su política exterior en su primer mandato (2017-2021).
Así, en su llamada con Trump, Xi destacó la importancia de la "cooperación" bilateral y, en la conversación con Macron, ambos manifestaron su "disposición a trabajar por el regreso de la paz y la estabilidad" ante las "graves crisis internacionales actuales", según el Elíseo.
También la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, afirmó haber tenido una "llamada muy cordial" con Trump, pese a sus polémicas propuestas, incluida la imposición de aranceles del 25 % a todos los bienes provenientes de México si el país no frena el flujo de migración hacia EE.UU.
Esta atención demuestra que el peso geopolítico en Estados Unidos está pasando progresivamente de la Casa Blanca, en Washington, a Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), donde Trump, tras su victoria, celebra y planifica su nuevo mandato.
Mar-a-Lago, punto de encuentro
A Mar-a-Lago comenzarán a desplazarse en los próximos días líderes extranjeros en busca de una reunión con él. Uno de los primeros en anunciar su viaje ha sido el presidente argentino, Javier Milei, quien espera encontrarse con Trump la semana entrante.
Milei, líder de la formación de ultraderecha La Libertad Avanza, es un gran admirador de Trump e incluso expresó públicamente durante la campaña su preferencia por el candidato republicano.
Aunque aún no se ha confirmado la fecha del encuentro, la prensa argentina informó de que la reunión tendría lugar en Florida, en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), que se celebrará entre el jueves y el sábado de la próxima semana en Mar-a-Lago.
Precisamente, el primer encuentro entre Milei y Trump tuvo lugar en una edición de esta misma cumbre conservadora en febrero, en National Harbor (Maryland), donde ambos compartieron un efusivo abrazo.