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DANIEL TREGERMAN, EL NIÑO QUE NO FUE PORTADA DEL MUNDO

Octubre 03, 2015 12:18 PM
Los dos fallecieron por conflictos en Medio Oriente. Aylan Kurdi, de tres años, en una playa turca huyendo de la guerra en Siria. Su imagen fue tapa de los medios periodísticos más reconocidos en todo el mundo. Daniel Tregerman, de 4, perdió la vida a causa de un misil disparado por Hamas. Sus cortas vidas y sus trágicas muertes generaron diferentes situaciones. El niño árabe obligó a los políticos y mandatarios europeos a reaccionar ante la crisis humanitaria; pero la del israelí no modificó la postura de la dirigencia hacia el movimiento terrorista palestino. El 22 de agosto de 2014 las sirenas comenzaron a sonar en el Consejo Regional Shaar Hanegev. Doron y Gila corrieron a buscar a sus hijos: Daniel, Yuval (3 años) y Ori (6 meses). Los dos más pequeños llegaron con sus padres al refugio de su departamento en el Kibutz Nahal Oz, una de las zonas más cercanas al enclave costero. Daniel no. Las esquirlas del proyectil de mortero que fue disparado por Hamas cerca de una escuela impactaron contra su cuerpo. Daniel Tregerman tenía 4 años cuando fue asesinado por un misil disparado por Hamas "Lo que pasó acá hace un año atrás es una desgracia imposible de darle palabras, es lo más imprevisto que puede suceder" contó entre lágrimas Paulina Tregerman, quien día tras día recuerda a su pequeño nieto al que le gustaban los ñoquis, la pizza, y "por supuesto, el asado". A principios de 1968, ella junto a Marcelo, ambos oriundos de la Ciudad de Buenos Aires, emigraron hacia Israel después de la Guerra de los Seis Días. Allí comenzaron su vida juntos, se establecieron en Beer Sheva, trabajaron la tierra como agricultores, se casaron y formaron una familia. "Mis hijos y mi marido hicieron el Ejército en zonas no agradables, estuvieron en ejercicios en trabajos especiales", narra Paulina. A pesar de seguir adelante, sus palabras no encuentran consuelo para explicar lo sucedido, pero asegura que su objetivo es que todos recuerden a Daniel. Marcelo y Paulina Tregerman, los abuelos de Daniel "Era un chico muy inteligente, con 4 años y medio escribía su nombre, sabía contar, hacía dibujos preciosos y todo eso está esculpido en su tumba", explica. "Iba todas las mañanas a su jardín de infantes y escuchaba a su maestra. Después venía a casa y nos contaba todos los cuentos a nosotros. Él recordaba todo", recuerda. Los misiles disparados desde Gaza Daniel era un niño como cualquier otro, sin embargo, con su corta edad no estaba ajeno al peligro, y sabía exactamente qué hacer cuando comenzaban a sonar las sirenas de alerta. "Le gustaba ir al parque con su abuelo", contó Paulina Tregerman "Un día antes fuimos hasta Nahal Oz para ver a los chicos, sabiendo que estábamos en un estado crítico, pero era algo normal que nosotros demos una vuelta por ahí. En un momento Daniel le pidió a Marcelo que lo lleve al parque a jugar, que no está lejos de la casa. Cuando llegaron comenzó a sonar la alarma, Marcelo lo agarró de la mano y lo llevó hasta el refugio y los dos esperaron a que caiga la bomba... cayó. Daniel le dijo que esperaran unos segundos más para salir y seguir jugando. Su abuelo le propuso volver a casa porque seguramente Dila estaba preocupada, así que volvieron. Nos despedimos de todos y viajamos para nuestra casa", contó Paulina. Durante el conflicto que se extendió del 8 de julio al 26 de agosto más de 4500 cohetes y proyectiles fueron lanzados desde Gaza a territorio israelí. "En esos meses fue el Mundial y como Marcelo veía todos los partidos, él se sentaba con su abuelo en el sillón y le pedía verlos juntos. Es así que la molestó a la madre todo el tiempo para que le compre la camiseta de Messi, y con esa lo enterraron". Daniel en el jardín de infantes "Estábamos sentados en la cena", recuerda de aquel desgarrador 22 de agosto. "Me llamó una amiga y me preguntó si me comuniqué con Doron y le dije que no, que seguramente ya estaba en Tel Aviv en la casa de los padres de Dila", relata Paulina, que no puede borrar de su mente esos trágicos momentos. "Lo llamé por teléfono y no me contestó. Luego, cuando escuché su voz le dije 'qué pasa' y me contestó 'se llevaron a Daniel'. Corté, agarré la mano de Marcelo y viajamos a Nahal Oz. Hicimos un camino de 200 kilómetros, llegamos de noche y fuimos donde estaban Doron, Dila con Yuval y Ori... Danielito ya no estaba". El dolor de la familia en el entierro de Daniel Le Monde "El domingo a la mañana fue enterrado en un cementerio acá cerca", dice sacando fuerzas para poder terminar la frase. "Hizo movilizar mucha gente, amigos, conocidos, vinieron ministros, jefes del Ejército, todos muy angustiados, pero desgraciadamente nadie nos lo puede devolver". "Hoy en día tengo 13 nietos, todos adorables, y Daniel sigue estando en casa, no se fue, está con nosotros. Yo lo visito todas las semanas", reconoció. Doron y Dila Tregerman envueltos en dolor El terrorismo islámico "Lo que pasó acá hace un año atrás es una desgracia imposible de darle palabras, es lo más imprevisto que puede suceder", dijo la abuela. Nuevamente el conflicto israelo-palestino vuelve a tomar magnitud. En las últimas semanas diferentes ataques han causado muertes y preocupación para el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu. Tanto brazos armados que responden al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), como el movimiento Hamas, perpetraron ataques aislados que son vanagloriados por el grupo terrorista establecido en Gaza y pone en peligro la vida de los civiles. La casa de la familia Tregerman donde impactó el misil Captura TV "Yo lo defino como un acto de violencia, de ignorancia, eso fue lo que pasó. No saben vivir", asegura al hablar de los grupos que continúan amenazando y promoviendo la destrucción del Estado de Israel. "Mi papá decía que hay gente que no sabe vivir, y eso es lo que pasa con esa gente. Son analfabetos", critica y aclara que "uno ve por televisión que vitorean, hablan y despotrican contra Israel... no sé si terminaron la escuela primaria". Del mismo modo critica: "Le ponen a chicos de 5 o 6 años armas de fuego en las manos y los fotografían como si fueran unos ídolos y no se dan cuenta de la manera en que los perjudican. ¿Qué tipo de educación les dan a sus hijos? Ellos piensan que por intermedio de los túneles o las armas van a poder conseguir algo, pero de esa manera van a tener que luchar mucho". A pesar de esperanzarse con un futuro en paz, Paulina reconoce que el conflicto, que hoy parece volver a tener una escalada de violencia, "todavía no terminó". "Es una guerra que va en capítulos, cuando termina uno, hay que dar vuelta la página y hay que esperar para ver cuándo se empieza a escribir otra. Puede pasar un año, dos, pero vuelve a pasar, y vuelven otra vez las grandes batallas", concluyó. INFOBAE

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