El sacerdote José Miguel Machorro Alcalá, quien
fue apuñalado en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México el pasado 15 de mayo, presenta muerte cerebral, informó la Arquidiócesis de México.
Sin embargo, el corazón sigue latiendo, afirmó Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis.
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Machorro Alcalá, de 55 años,
fue apuñalado al término de una misa por John Rock Schild, originario de San Luis Potosí.
El sacerdote, quien se encontraba en el Hospital General de Tehuacán, Puebla, fue trasladado el martes pasado al Hospital de Nutrición de Ciudad de México, debido a su estado débil por un problema
intestinal de carácter infeccioso.
Según AFP, Machorro tenía inmóvil la parte derecha de su cuerpo y presentaba problemas de desnutrición y complicaciones a nivel neuronal.
Con el anuncio de la muerte cerebral de José Miguel Machorro Alcalá, será la familia del sacerdote quien decida su desenlace, pues la Iglesia se opone firmemente a la eutanasia.
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