Renuncia jefe de misión de la OEA que audita elecciones en Bolivia
El mexicano Arturo Espinosa, jefe de la misión de la OEA que audita las elecciones de Bolivia, renunció el viernes en la noche, generando incertidumbre en el país latinoamericano.
"He decidido retirarme de la auditoría para no comprometer su imparcialidad. Debí informar a la OEA sobre manifestaciones (declaraciones) públicas previas acerca del proceso electoral de Bolivia", escribió Espinosa en su cuenta de Twitter.
La verificación fue acordada por el presidente boliviano Evo Morales, pero ha sido rechazada por la oposición boliviana.
Espinosa escribió la semana pasada un artículo de opinión sobre los comicios bolivianos, donde critica sobre el presidente Morales.
Horas antes, el canciller Diego Pary dijo que la comisión de la OEA comenzó a trabajar “en la revisión de voto a voto en el Tribunal Supremo Electoral (TSE)”.
Manuel Gonzáles, jefe de la Misión de Observación Electoral (MOE) que acompañó las elecciones en Bolivia dijo que "el cambio de criterio del Órgano Electoral, cuya credibilidad no es parte del problema, no coincide con el análisis de que esto (la auditoria) sea vinculante", según publicó el diario El Deber, citando una entrevista del CNN.
Gonzáles se refirió a que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) haya señalado que no se pueden anular las elecciones.
Sobre el cambio de opinión de los vocales, dijo que “es parte de lo que ha minado su credibilidad, en unas ocasiones dice una cosa y luego revierte esa decisión”, publicó el medio boliviano.
El Tribunal Supremo Electoral aprobó el viernes el acta final de las pasadas elecciones, ratificando la victoria del presidente Evo Morales en primera vuelta.
En tanto, nuevas protestas se registraron este viernes en diversas ciudades contra la polémica reelección, mientras miles de bolivianos se volcaban a los cementerios a preparar la festividad tradicional del Día de los Difuntos, que se celebra el sábado.
La Paz registraba cortes de vías en barrios acomodados de la zona sur, los más críticos de Morales, aunque con menos intensidad que en días previos, constató un periodista de la AFP.
La policía antimotines custodiaba cruces vitales, mientras a cierta distancia de los piquetes opositores se congregaban grupos de leales a Morales dispuestos a rehabilitar por la fuerza la circulación vehicular, por lo que la posibilidad de nuevos choques estaba latente.