Italia cierra todos los colegios y universidades del país para intentar atajar la propagación del coronavirus
El gobierno cierra escuelas y universidades en todo el país. Es una de las medidas más drásticas adoptadas por el Ejecutivo ante el coronavirus en la reunión que ha mantenido el primer ministro, Giuseppe Conte, con sus ministros. En principio, el cierre será al menos hasta la mitad de marzo, a la espera de analizar cómo evoluciona la epidemia. Todo queda condicionado a que se vea una señal evidente de que la curva de contagiados, que todavía sigue creciendo vertiginosamente, comience a descender.
Con algunos hospitales del norte ya desbordados, el gobierno teme que si la epidemia sigue con un crecimiento exponencial, puede crearse un grave problema hospitalario por la dificultad de atender la avalancha de infectados por el coronavirus
Aunque la decisión ha impresionado a la opinión pública, por las consecuencias sociales que supone para las familias, la medida era esperada, teniendo en cuenta las declaraciones previas que había hecho el primer ministro Conte. «La medida de cerrar escuelas y universidades es inevitable si lo pide el comité científico», dijo Conte. Precisamente, ha sido decisión del propio primer ministro establecer ese comité de científicos para pueda adoptar, con el máximo rigor, las decisiones oportunas con el objetivo de contener la epidemia y evitar que se produzca un efecto dominó, contagiando también a las regiones del sur.
Algunos sectores del país esperaban, y así lo afirmaban, que en una semana se podría volver a la normalidad en el país. Pero los virólogos, como el director de enfermedades infecciosas del hospital Sacco de Milán, Massimo Galli, señalan que «eso es ciencia ficción».
Italia, en cuarentena
En definitiva, en cierta forma se puede decir, como escriben hoy algunos medios, que el comité científico hace recomendaciones de reglas que ponen al país «en cuarentena durante un mes». A la vista de la rápida difusión del Covid-19, con 2.263 infectados y 79 muertos, según el último balance de ayer por la tarde, el comité científico aconseja ahora a todos los italianos, sin distinción de zona roja, amarilla o verde, como se había hecho hasta ahora, nuevas reglas para que se metan en «cuarentena voluntaria» para los próximos 30 días.
Entre las medidas del comité científico, que hoy aprueba el gobierno, se pide mantener una distancia de seguridad de al menos un metro entre personas. Esta es la norma establecida el domingo por la noche por el gobierno, pero además ahora se indica que sería mejor respetar una distancia de dos metros en algunos casos o lugares particularmente concurridos o entre personas que no se conocen. Esta medida se justifica por el llamado «droplet» –hoy palabra clave-, es decir, las gotitas de saliva que se dispersan en el aire al toser, estornudar o incluso hablar, lo que constituye el primer vehículo de transmisión del Covid-19.
Se recomienda a los mayores de 65 años, y en particular a los que superen los 75, permanecer en casa, sobre todo si sus condiciones de salud no son buenas, evitando ver a personas no conocidas.
La distancia se debe mantener también al saludarse: nada de besos, a los que son muy dados los italianos, abrazos y apretón de manos.
Se dispone que todos los eventos deportivos, incluidos los partidos del campeonato de fútbol, se disputen a «puerta cerrada». No se permitirá al público asistir a los entrenamientos de los equipos.
Deben aplazarse encuentros públicos, convenios y congresos, en particular aquellos que afectan al sector de sanidad, para permitir a médicos y personal sanitario en general estar con plena disposición en sus centros de trabajo. Entre los aplazamientos destacados figura el de Vinitaly de Verona, una feria del vino muy importante porque es uno de los sectores punta de la economía «made in Italy»; estaba prevista entre el 19 y 22 de abril, y se pospone dos meses, del 14 al 17 de junio.