Negocio de la migración: Falsifican documentos nicaragüenses a hondureños
Desde el año pasado que se sospechó el flujo migratorio de nicaragüenses con Estados Unidos como ruta de destino también se rumoró que para esta nacionalidad había privilegios especiales porque “no los estaban regresando a su país".
Un rumor que cada vez toma más fuerzas entre los migrantes es que quienes entran sin problema a Estados Unidos son menores de 17 años y personas con nacionalidades de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Ucrania.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses han señalado que son los mismos traficantes de personas se han encargado de difundir información errónea para aprovecharse de los migrantes vulnerables.
“Permítanme ser claro: aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán expulsados”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas.
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Cruzar el río Bravo y tocar suelo estadounidense es el sueño de millones de personas sin importar su nacionalidad. Los migrantes siguen su viaje irregular ignorando las numerosas inseguridades, limitaciones económicas, sufrimientos e incluso se arriesgan a perder la salud y hasta la vida para perseguir el deseo de un futuro mejor.
Ariel Medina* es un migrante salvadoreño que desde hace cuatro años vive en México junto a su esposa y su hijo. Cuenta que él junto a su familia han sido regresados a México en dos ocasiones por las autoridades estadounidenses. La primera vez que atravesó el río Bravo fue hace dos años y lo hizo por la ciudad fronteriza de Acuña ubicada en el estado de Coahuila.
“Hasta prueba llevaba y nada me regresaron, es cuestión de suerte”.
Convencido que el problema radicaba en la frontera, el pasado 17 de marzo Medina decidió cruzar el río Bravo por Reynosa, Tamaulipas y al igual que la primera vez fue devuelto con su familia a México. Contrató los servicios de un coyote por 4 mil dólares y estuvo esperando su turno en una casa de seguridad junto a otros migrantes centroamericanos.
“En la bodega donde estuvimos con mi esposa, fíjate que venía un grupo como de 40 hondureños y pues de ese grupo como a unos veinte y algo le sacaron papeles nicaragüenses y todo ese grupo de 20 y algo coronaron. Todos pasaron porque supuestamente están soltando solo nicaragüenses porque al nicaragüense lo están apartando del centroamericano, de los hondureños, guatemaltecos, mexicanos y de los salvadoreños están apartando a los nicaragüenses y a los cubanos. Ellos sí están pasando poro como te digo es la suerte y la frontera por donde te entregues”.
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Para la abogada María Matthews experta en temas migratorios, no importa si el migrante entra con otra identificación porque hay un proceso que incluye a toma de huellas dactilares al momento de su ingreso a suelo estadounidense.
“Siempre se les toma las huellas. El departamento de migración los CBP (Patrulla fronteriza, por sus siglas en inglés) tienen acceso a las bases de datos de los registros y tienen acceso a toda la información nacional e internacional a través de Interpol y siempre pueden verificar las huellas”.
Añade que si una persona fue deportada ya existe un récord y de entrar al país con otra identificación podría ser acusado de falsedad de identificación para obtener un beneficio migratorio.
Medina coincide con la experta, dice que a muchos de los que cruzaron con él y se entregaron, los agentes ni siquiera le pidieron documentos ni les pedían nada, únicamente les ordenaron tocar las huellas, pero cuando tocaban salía todo el historial.
En su caso, recuerda que esperó un día para el procedimiento de toma de huellas dactilares, luego lo recluyeron a las celdas conocidas como hieleras y al día siguiente cerca de las once de la mañana lo sacaron y los subieron en un microbús para regresarlo a México por la misma frontera que entró.
“Varias personas de las que regresaron conmigo habían estadas. Había un señor que estuvo detenido, otro porque se peleó con el vecino y estuvo preso, otro porque anduvo tirando piedra cuando estudiaba y todo sale cuando uno toca huella por media cosita que sea, pero al final yo creo que es cuestión de suerte".
Ariel Medina dice que de momento no pretende volver a intentarlo porque ha quedado sin dineros y necesita recuperarse, piensa en trabajar en la frontera porque cuenta con permiso de trabajo y en un futuro lo volverá a intentar, pero a El Salvador no vuelve.