“A mi hijo solo le dejaron sus piecitos visible”, dice madre de nicaragüense quemado vivo en México
Mercedes de la Concepción Espinoza recibió la peor noticia, su hijo Carlos Marconis Antón Catín, de 34 años, fue asesinado con odio en una localidad mexicana de Chahuite, Oaxaca, pero sí como la muerte violenta de un hijo fuera poco, esta madre ahora solicita ayuda para repatriar los restos de su hijo y llorar en paz.
Mercede Espinoza es habitante de Chinandega al igual que lo fue su hijo hasta el 20 de abril pasado que decidió emprender el vuelo hacia el anhelado sueño americano.
Carlos Marconis, partió hacia Estados Unidos con la ilusión de darle un mejor tratamiento médico a su madre y mejorar la calidad de sus hijos, una niña de once y un menor de doce años.
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Este joven emigró de Nicaragua sin recursos económicos suficientes y su meta era trabajar para continuar su viaje migratorio a Estados Unidos.
Su madre dice que le tomó tres días llegar al sur de México y por siete meses se mantuvo en territorio azteca. “Mi hijo estuvo un tiempo trabajando en la construcción en Tapachula, estado de Chiapas fronterizo con Guatemala” dijo su madre al sitio en facebook Portal de la Noticia.
Sin embargo, Carlos decidió continuar la ruta hacia el norte y llegó a San Pedro donde vendía comida, pan y café para ahorrar y continuar su camino.
“Mi hijo era muy activo”, recuerda esta madre.
“El sábado, 5 de noviembre, me llamó en la mañana y me dijo madre yo voy a avanzar y no te preocupes, pedile a Dios que pueda avanzar”, dice.
Añade que por la noche no regresó a dormir donde él se encontraba trabajando, tampoco llegó domingo, fue hasta el día lunes que llamaron de una funeraria a la señora donde él se hospedaba y le preguntaron si identificaba el cuerpo de esta persona desconocida.
De inmediato se pusieron en contacto con ella y Mercedes reconoció el tatuaje en el pie de su hijo.
“Lo único que a él le dejaron visible fueron sus piecitos”, dice la afectada, mientras se lleva las manos señalando los pies y la cabeza para describir que su hijo fue quemado casi por completo. “De aquí para allá me lo quemaron y me lo ejecutaron”.
Cinco mil dólares
Mercedes dice que el sueño que motivó a su hijo se convirtió en pesadilla y ahora requiere la suma de 5 mil dólares para darle cristiana sepultura.
“Ya sé que no voy a volver a verlo, pero al menos lo tendré conmigo no importa cómo me lo entreguen”, dice la angustiada madre.
Si desea aliviar el dolor de esta madre puede comunicarse al número 8873-5088 o dejar su grano de arena a las cuentas bancarias BAC: 367784071 en dólares y en córdobas 367784162 a nombre de Carlos Manuel Rivas.