Familiares de hermanos nicaragüenses secuestrados en México pagan primer adelanto para rescate
“Ayer depositamos un adelanto de 5 mil dólares y por la noche hablamos con los muchachos, gracias a Dios tienen buenos sus dedos y sus manos”, confirman familiares de hermanos secuestrados en México a 100%Noticias, “pero todavía nos hace falta completar el monto del rescate”, lamentan.
Karla Patricia Martínez, prima de Heysell Lineth, de 21 años y Julmer Martínez, de 23 años, reveló que la familia se ha mantenido en oración y ha tratado de negociar la liberación de ambos hermanos desde que tuvieron conocimiento del secuestro en Ciudad Juárez, México.
Aunque inicialmente el cartel mexicano exigió 30,000 dólares, la familia trató de concientizarlos y los secuestradores le redujeron el monto hasta 16 mil, aunque antes les habían dicho 10 mil luego se retractaron y la suma total quedó en 16 mil dólares, de los cuales solo han logrado reunir 5 mil que depositaron este lunes 5 de diciembre en horas de la tarde.
“Nosotros queremos aclarar a la población que somos familias pobres y no queremos aprovecharnos de la situación. Nosotros queremos meramente el dinero para el rescate de los muchachos”, dice Karla Patricia Martínez.
Agradece a las personas que se le han acercado para aportar su grano de arena en Jalapa y otros municipios dentro y fuera del país.
Según Martínez, sus primos huían de la pobreza en Nicaragua y se dirigían hacia Los Ángeles, California cuando un cartel mexicano los secuestró en México.
“Ellos iban con coyote, pero creemos que ese coyote no pagó a los cárteles y por eso los secuestraron, bueno eso es lo que la gente nos ha dicho”, repite Martínez.
Según Karla Patricia, las últimas horas han sido una pesadilla para toda la familia Martínez porque hasta escaparon de ser víctimas de otros falsos secuestradores mientras intentaban reunir el primer abono para el rescate ya que otro supuesto cartel de México se comunicó con la familia exigiéndoles el pago del rescate y como evidencia presentaron las mismas imágenes que los familiares divulgaron del secuestro.
“Es muy triste porque en situaciones difíciles hay gente mala que intenta sacar provecho del dolor ajeno”, lamenta.
Karla Patricia explica que fue hasta en horas de la noche que se lograron comunicar con sus primos.
“Nos hicieron una videollamada y nos dijeron que estaban bien, pero vimos en sus rostros la preocupación y el cansancio. Gracias a Dios vimos que tenían sus dedos y sus manos”, añade Martínez que en la breve comunicación los jóvenes le preguntaron si ya habían reunido todo el dinero.
Si usted desea aliviar el dolor de esta familia puede hacer llegar su aporte económico a las cuentas bancarias a nombre de Darwin Calixto Vanegas Naira: 100 2131 0102 457 en dólares de Banpro y en córdobas 117 0642 44 de La Fise
Los hermanos Martínez
Heysell Lineth es madre soltera de una pequeña de tres años a quien dejó al cuidado de sus padres en Nicaragua mientras ella migró con destino a Estados Unidos en octubre pasado.
Por su parte, su hermano Julmer se ha dedicado al igual que su padre a las labores del campo en la comunidad Santa Rosa del municipio de Jalapa, Nueva Segovia, al norte de Nicaragua.
Contexto del secuestro
“Por favor papá, ayúdenos, consiga el dinero si no dicen que nos van a matar. Ayúdenos”, dice entre llantos la nicaragüense Heysell Lineth Martínez, al mismo tiempo que es apuntada con un arma de fuego por los presuntos secuestradores mientras estos se encargan de grabarla.
Haysell se encuentra sentada en un viejo sofá, visiblemente nerviosa se masajea sus manos, intenta ver la cámara del teléfono que la graba, sus ojos están hinchados, llora, suplica y repite a su padre que la rescate a ella y a su hermano porque les han prometido matarlos si no pagan.
“Nos van a cortar un dedo, nos van a matar si no consigue el dinero”, dice con voz quebrada Julmer Martínez Hernández, hermano de Heysell mientras otra persona sostiene una pistola sobre su oreja izquierda y mantiene el dedo índice en el gatillo y es filmado en el mismo asiento donde antes fue filmada su hermana.
“Nos van a matar”, repiten los hermanos Martínez desde México y sus voces hacen eco en la comunidad norteña de Santa Rosa, municipio de Jalapa, Nueva Segovia, Nicaragua, de donde ambos son originarios.
A la familia Martínez le han sorprendido con la suma de 30,000 dólares que deberá ser reunida en un lapso de 72 horas.
Los hermanos Martínez abandonaron el país como otros miles de nicaragüenses, tenían la ilusión de llegar a Estados Unidos, trabajar, ahorrar y ayudar a su familia en Nicaragua, pero la desgracia se les atravesó solo quince días más tarde.
Fue el 13 de noviembre que se despidieron de los suyos y se marcharon con destino a Estados Unidos, los jóvenes iban ilusionados y convencidos de que pronto enviaría buenas noticias sobre el arriesgado viaje migratorio.
Sin embargo, el primero de diciembre, la familia Martínez fue sorprendida con el secuestro de ambos hermanos en Ciudad Juárez, México.
La súplica de Heysell y Julmer está dirigida a Daniel Martínez, padre de ambos y quien hoy se encuentra entre la espada y la pared porque sus limitaciones económicas no le permiten reunir el dinero que supera los 30,000 dólares, pero reconoce que la vida de sus hijos está en juego y teme perderlos.
La familia deberá enviar un adelanto este lunes para evitar que los traficantes de personas cumplan su promesa y piden a la población que les ayuden con un grano de arena para evitar una tragedia.
Según la organización pro inmigrantes Texas Nicaraguan Community (TNC) existen al menos 250 denuncias de nicaragüenses en calidad de desaparecidos ante el Instituto Nacional de Migración de México.