Migrantes en Estados Unidos: “Vine soñando en un mejor futuro y he dormido bajo un puente”
Estados Unidos se ha convertido en el principal receptor de los migrantes y refugiados nicaragüenses. Entre enero y octubre de 2022, las autoridades estadounidenses registraron la detención de 147, 277 compatriotas. Sin embargo, no todos han logrado acceder al campo laboral y menos de modo formal.
Algunos de estos nicaragüenses han llegado a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales después de tocar puertas en Costa Rica, pero han chocado con un muro de dificultades ante limitaciones de documentación que demuestre su estatus migratorio regular en ese país.
Tal es el caso del nicaragüense Kevin Monzón, de 21 años, quien se encuentra en La Florida, llegó a Estados Unidos el 18 de agosto tras cruzar el río bravo como un migrante más, sin embargo, no ha logrado acceder al mercado laboral.
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“Con todo lo que me ha pasado he entrado en un proceso de depresión terrible. Ya no sé ni qué hacer. Lo digo con todo el dolor de mi alma porque he dormido dos días debajo de un puente. No me gusta tirarlo todo en las redes porque no todo mundo sabe lo que uno realmente vive”, dice a 100%NOTICIAS.
Mozón señala que estuvo vendiendo flores hasta hace unos días para una persona de origen nicaragüense en el estado de La Florida quien también le alquilaba una habitación, pero llegó tomado, le pegó y lo echó del dormitorio.
“Fue un momento duro para mí porque me corrió de la casa este mes de diciembre, me sacó todas mis cosas, cuando yo ya le había pagado 400 dólares de renta, solo quería regresarme a Nicaragua”, dice entre llantos.
Kevin recuerda que solo pudo sacar algo de ropa en una mochila que le regaló el sacerdote nicaragüense Edwin Román y lo demás lo dejó en el lugar donde antes rentaba, pero tiene la fe que los va a recuperar.
“Yo he llorado buscando empleo porque a veces he pasado todo el día sin comer y solo deseo que este sufrimiento termine pronto para que todos los exiliados podamos volver al país”, lamenta.
La primera vez que Kevin abandonó Nicaragua fue el 22 de septiembre de 2021 cuando oficiales de la Policía allanaron su vivienda y huyó hacia Costa Rica, pese a que, en febrero de ese mismo año, Mozón recibió medidas cautelares de protección por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que el Estado está obligado a cumplirlas.
“Todo ha sido muy duro, pero cuando me vi durmiendo debajo de un puente, días sin bañarme, sentí tristezas y tuve ganas de ir a Migración para que me deportara a Nicaragua porque yo no me quería ver como un indigente”, dice Kevin Mozón con la voz cortada y lleno de impotencia.
Buscando empleo con fe
Karelia de la Vega, mejor conocida como “Lady Vulgaraza” al igual que Kevin Mozón se dieron a conocer en Nicaragua a través de las redes sociales.
Karelia fue sandinista hasta 2018 cuando manifestó en público que la venda se le cayó de los ojos al ver que la pareja de “dictadores” masacró a manifestantes inocentes que salieron a protestar ese abril y desde entonces cambió su personaje “vulgar” por la demanda de justicia para las víctimas de la represión.
Con el cambio de pensamiento también llegaron las amenazas y el asedio policial para Lady Vulgaraza, quien en un principio se negaba a salir del país, pero fue la única opción que encontró para salvaguardar su vida.
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Llegó a Texas el 01 de diciembre de 2022, estuvo cuatro días en un centro de detención y tras ser liberada se dirigió a La Florida donde la esperaban unas amistades, que al llegar le dieron la espalda.
“Emigrar es como tirar una moneda en el aire porque aquí, a veces se viene a ganar y otras veces a perder en este sueño americano”, dice convencida Lady Vulgaraza después de quince días de buscar empleo en Miami.
A medida que se acerca la Navidad, la preocupación crece para Lady vulgaraza pues su único deseo era enviar remesas a Nicaragua para que su familia tenga una cena caliente, por ahora no le será posible porque también debe honrar algunas deudas adquiridas durante el viaje. “Yo sé que más adelante le voy a poder ayudar a mi mamá con la ayuda de Dios que me conceda un trabajo hoy o mañana”, dice.
Cuenta que recibió un paquete alimenticio y la mitad del pago de renta del cuarto por parte de la Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos dirigida por Pablo Cuevas desde su exilio en Miami.
Cuando el desempleo toca al pilar del hogar
Nelson Lorio emigró a Estados Unidos junto a su esposa y su hija en diciembre de 2021, cuenta que no ha logrado estabilizarse laboralmente.
“Buenos días, Dios bendiga este día y haga llegar este tuit a la persona indicada ya que humildemente pido lo compartan para poder encontrar un trabajo aquí en Miami o fuera y seguir siendo el sustento de mi hogar, llevo casi 3 semanas sin trabajo”, escribió Lorio el pasado 13 de diciembre es su red social.
“Estoy sumamente preocupado, ya que también tengo otra situación con mi esposa, quien se encuentra en una silla de ruedas esperando una operación, sin ella no podría volver a caminar. Solo pido que compartas el tuit y obtener información de trabajo humildemente. Gracias”, agregó en el mensaje.
Para Nelson Lorio, la vida de migrante en Estados Unidos le ha dejado varios sinsabores, confiesa que varias veces ha pasado hambre al estar más de tres semanas sin empleo y sufriendo por el pago de la renta.
“Yo no soy del tipo que va a vivir de ayuda. A mí me gusta ganarme mi bocado… Hay muchos inmigrantes como nosotros, sin papeles, aquí hay desempleo y los salarios están devaluados ante tanta mano de obra”, dijo Lorio en declaraciones pasadas a 100%NOTICIAS.
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Al igual que estos tres migrantes nicaragüenses, hay cientos de nacionales sorteando la suerte en Estados Unidos en medio de barreras socioculturales como la xenofobia, la desigualdad salarial, algunos hasta ofrecen su mano de obra más barata y hasta son víctimas de explotación por la necesidad de obtener un ingreso para subsistir en un país extraño.
La Patrulla Fronteriza documentó 2.7 millones de aprehensiones durante el año fiscal 2022, los nicaragüenses, cubanos y venezolanos encabezan este masivo flujo migratorio con destino a Estados Unidos.