Ingresa por primera vez médico nicaragüense a la Academia Máster del Colegio Americano de Cirujanos
La doctora nicaragüense Mecker G Möller, oncóloga y profesora de la Universidad de Chicago en Estados Unidos, recibió la distinción de ser miembro de la American College of Surgeons (Colegio Americano de Cirujanos), siendo la primera pinolera en la historia de esta academia que agrupa a líderes educadores y cirujanos del mundo.
“Yo soy la primera mujer cirujana nicaragüense que se graduó en Nicaragua y aquí (EEUU) fui inducida como extranjera en el Colegio Americano de Cirujanos y pasó hace varios años”, declaró en entrevista con 100%Noticias donde explicó que dentro de la Academia existe la categoría de Master Surgeon Educators.
“Es uno de los honores más grande que puede recibir un cirujano en su carrera”, dijo Mecker G Möller tras convertirse en miembro luego de cumplir con todos los requisitos de la Academia de Maestros Cirujanos Educadores del Colegio Estadounidense de Cirujanos.
La doctora Mecker G Möller es docente de la Universidad de Chicago y ejerce también “el arte de la medicina” en una clínica de oncología en el área de “melanoma”, que según explica en palabras sencillas es un tipo de “cáncer maligno” en la piel, cáncer de mama y carcinomatosis peritoneal, es decir que las células cancerígenas se riegan en el abdomen.
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La especialista de la salud considera que ser admitida dentro de la Academia es un reconocimiento al “día a día” que enfrentan los médicos ya que ella comparte sus conocimientos a través de la enseñanza educativa, conferencias y prácticas que realiza durante las guardias.
“Eufórica de compartir la noticia de haber sido incluida en la Academia de Educadores de Maestros Cirujanos. ¡Octubre no puede llegar lo suficientemente pronto! ¡Si se puede!, compartió esta médico nicaragüense junto al correo electrónico que confirmaba su ingreso a través de su red social.
Según, esta doctora originaria de Nicaragua, para llegar hasta donde hoy está dedicó demasiadas horas de esfuerzo por menos reconocimientos y a veces hasta trabajó más que el resto de colegas para ganarse el mismo lugar, pero dice satisfecha que su terquedad y sacrificio valió la pena.
“Venimos de otro país, somos inmigrantes y existe cierto sesgo que tienen las personas hacia médicos que vienen de otras partes diferentes a los Estados Unidos”, insistió que antes de llegar a la meta pasan momentos “transitorios”, pero los frutos de todo esfuerzo “se ven” sin quedarse sentado en los laureles para dejar un legado.
Señala que ella decidió ser cirujana académica, aunque tuvo la oportunidad de elegir una de ellas se inclinó por la enseñanza porque piensa que el día que ya no esté en la tierra solo quedarán “sus conocimientos, amor y pasión” que logró transmitir a sus pacientes y estudiantes.
Es el resultado de dos exilios
Para esta doctora su recorrido ha sido largo y le ha dejado dos exilios. El primero lo vivió en los años ochenta cuando su familia sufrió persecución política y se vio obligada a salir del país por todo el mundo, “a mí me tocó ir a Venezuela”, recordó.
Esa experiencia le permitió estudiar la secundaria, aprender de otra cultura y añorar la tierra en que nació “me volví un poquito como venezolana rencauchada”, bromeó.
Con el triunfo de Doña Violeta Barrios de Chamorro volvió a Nicaragua y estudió la universidad en León, en donde dice tuvo excelentes maestros de medicina con entrega, ética y apasionados a la enseñanza que la tienta a volver a esos años universitarios con toda emoción.
“Muchas de las cosas que yo aprendí siendo estudiante de medicina me han ayudado ahora que soy cirujana”, reconoció.
Sin embargo, ahora desde su segundo exilio que admite fue voluntario porque deseaba salir adelante, ve a Nicaragua “con el corazón roto” y lamenta que personas como ellas dispuestas a compartir el conocimiento adquirido en el extranjero no puedan hacerlo.
En el plano personal, en la actualidad Mecker G Möller está casada con un irlandés, es madre de una niña de nueve años y además de la medicina siente pasión por la poesía, la narrativa y el canto.
Seguir adelante
Tiene el sueño de volver a Nicaragua y esta profesional anima a los jóvenes médicos que han dejado el país por razones políticas o por deseos de salir adelante que no pierdan la esperanza de que un día van a convertirse en grandes profesionales de la salud, pese a que algunas veces les tocará hacer trabajos ajenos a la medicina les pide que recuerden que serán transitorios.
“Lo bueno es que tienen juventud y están empezando y uno cuando está joven siente que puede conquistar el mundo y esos ímpetus son muy importantes que no los olviden”, dijo.
“Que tengan mucha, mucha, mucha fe porque con fe uno se ayuda cuando el camino está pedregoso y si quieren ellos volver a ser médicos en el país que estén con estudio y dedicación tendrán el acervo intelectual que los ayudará y si tienen la posibilidad de hacer pasantías o voluntariados para conocer nuevas oportunidades”.