Migrante nicaragüense muere en accidente laboral en España, empleados demandan seguridad
Un nicaragüense de 42 años, identificado como William Alfaro Acuña, murió el pasado lunes 16 de enero en un trágico accidente laboral en la localidad Arribe, del municipio de Araitz, Navarra, en España.
Según reportes locales, William Alfaro se encontraba realizando sus labores en una vivienda cuando cayó desde una altura de 8 metros. El nicaragüense murió de manera instantánea.
María Victoria Alfaro, su hija mayor, contó a Diario de Navarra desde Nicaragua que su padre se dedicaba a la construcción y trabajaba en cualquier lugar al que lo mandaran.
“Lo único que puedo decir y siempre mantendré es que estoy agradecida con Dios, porque me dio un excelente padre, un hombre inteligente, generoso, pero sobre todo valiente y fuerte. Me gustaría que fuera recordado como un hombre perseverante por su familia”, lamentó.
William Alfaro era originario del municipio de Pueblo Nuevo, Estelí, norte de Nicaragua. Llegó a España hace cinco años en busca de mejores oportunidades. Estaba casado y tenía dos hijas.
Con William Alfaro, suman cuatro los migrantes fallecidos en accidentes laborales en una semana en Navarra, lo provocó una protesta de sindicatos que denuncian “impunidad” de la patronal y “complicidad” del gobierno local.
De acuerdo con el sindicalista de ESK, Iratxe Álvarez, Navarra lidera los accidentes laborales con víctimas mortales en lo que va del 2024.
“Los trabajadores y las trabajadoras tenemos derecho a la salud en el trabajo, pero, sobre todo, tenemos derecho a volver vivas y sanas a nuestras casas", añadió Álvarez. Al mismo tiempo que criticó la “complicidad del Gobierno de Navarra que no exige que se cumpla de una vez por todas la normativa vigente”.
Repatriar a nicaragüenses desde España
La Asociación Nicaragüenses en Sevilla brinda apoyo a los migrantes que viven en Sevilla, incluso en los momentos más difíciles, como la muerte de un familiar.
Según el nicaragüense José Daniel Rodríguez, presidente de esta Asociación, una repatriación desde España cuesta entre 8.000 y 10.000 euros. Sin embargo, algunas personas optan por la cremación que es la alternativa más económica y cuesta entre 2.500 y 3.000 euros.