Nicaragüense muere frente a hospital de Oaxaca, México, supuestamente se le negó atención médica
El migrante nicaragüense Edwing Antonio Bustamante, de 32 años, falleció tras sufrir convulsiones frente a un hospital de Oaxaca, México. Se le negó la atención médica, según denunciaron familiares a la organización Texas Nicaraguan Community (TNC).
De acuerdo con los relatos, Bustamante se encontraba en compañía de otros migrantes compañeros de travesía cuando comenzó a sentirse mal presentando síntomas de insuficiencia renal por varios días.
Al llegar al hospital, solicitaron asistencia médica, pero el personal del lugar les negó el servicio argumentando que no contaba con los documentos necesarios para ser atendido.
La ONG refiere que una persona llevaba casi en brazos al nicaragüense y al solicitar asistencia médica le dijeron: “No damos atención a inmigrantes “.
Tras la negativa, Bustamante convulsionó frente al hospital, donde falleció momentos después.
“Ya estando muerto en el suelo, llamaron a una funeraria que lo levantara y se lo llevara, del lugar, todo lo anterior fue narrado por su familia”, explicó la TNC.
Esta organización se une a la denuncia de la familia del migrante ante las autoridades mexicanas y exige que se investigue lo sucedido y se tomen las medidas correspondientes.
“Denunciamos este hecho como un acto inaceptable de un hospital, de condicionar la atención de emergencia médica a un estatus migratorio”, señaló la ONG.
La Ley General de Salud de México establece en su Artículo 71 que: "Los establecimientos públicos, sociales y privados que brinden servicios de atención médica para el internamiento de enfermos, están obligados a prestar atención inmediata a todo usuario, en caso de urgencia que ocurra en la cercanía de los mismos".
Concluye sentenciando que esta disposición está en consonancia con el derecho internacional y es aplicable en muchos países del mundo.
Nicaragüenses asaltados por autoridades mexicanas
Las historias de migrantes nicaragüenses que son víctimas de abusos y robos por parte de las autoridades mexicanas no son nuevas.
A la precaria situación que enfrentan durante su travesía por México, se suma la exposición a este tipo de atropellos que vulneran aún más sus derechos.
Javier, un migrante nicaragüense de casi 30 años, es un ejemplo de esta problemática. Al intentar regularizar su situación migratoria en el estado de Chiapas, fue detenido y trasladado a la Estación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tuxtla Gutiérrez.
Durante su detención, sus pertenencias quedaron bajo custodia de los guardias. Al salir de la estación, un guardia les prohibió revisar sus mochilas bajo amenaza de extender su detención.
"A la mayoría se le perdió dinero ahí. A mí se me perdieron 50 dólares. Ahí te quitan todo al entrar, yo tenía los dólares en un bolso y al salir no estaban ya", relata Javier en entrevista para Bajo la Bota.
Un patrón de abusos invisibilizado
La Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD), una organización mexicana, ha documentado casos de robo, extorsión y violencia contra migrantes, evidenciando un patrón de violaciones a sus derechos humanos que a menudo son invisibilizadas por las autoridades.