Francis Mejía, Madre de Abril, podría ser deportada de EEUU por mala defensa del caso

La activista nicaragüense Francis Indiana Mejía Sequeira, excompañera de vida de Marlon José Orozco Largaespada, asesinado en 2018, enfrenta la posibilidad de ser deportada de Estados Unidos debido a lo que se ha denunciado como una deficiente representación legal en su solicitud de protección ante el Estado norteamericano. Así lo aseguró el Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX) en un comunicado.

Para el GREX, el retorno de Mejía a Nicaragua pone en grave peligro su integridad, pues fue perseguida por no permanecer en silencio tras el asesinato de su expareja el 24 de mayo de 2018, atribuido a turbas orteguistas.

Francis Mejía, de 60 años, es miembro activo de la Asociación de Madres de Abril (AMA), una organización que exige justicia por las víctimas de la represión del régimen de Ortega y Murillo. 

Su papel como activista la convierte en un blanco fácil para represalias, ya que ha alzado la voz enérgicamente contra las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, insistiendo en que “olvidar los asesinatos no es la solución”. Estas acciones la obligaron a exiliarse para proteger su vida.

Sin embargo, según el GREX, los abogados encargados de su caso en Estados Unidos no contaban con la preparación adecuada para defenderla eficazmente y persuadir al juez de concederle asilo.

“Como GREX llamamos a la justicia norteamericana y al gobierno de los Estados Unidos a revisar el caso de doña Francis Indiana. Es una perseguida política que necesita protección internacional para salvaguardar su libertad e integridad. ¡No debe ser deportada!”, expresó la organización en un llamado público.

Mejía aún tiene la posibilidad de apelar antes del 16 de enero de 2024, pero enfrenta un obstáculo adicional: la falta de recursos económicos para contratar a un abogado capacitado y comprometido con su causa.

El GREX exhortó a activistas de derechos humanos, abogados, excarcelados políticos y deportados a sumarse al clamor para evitar su deportación. “Es urgente unir voces y esfuerzos para garantizar que Francis Mejía reciba la justicia y protección que merece”.

La situación de Francis Mejía pone de relieve la precaria situación de los exiliados nicaragüenses que, además de huir de un régimen represivo, enfrentan retos legales y económicos en su búsqueda de asilo en el extranjero.