Monseñor Báez: falta de unidad es señal que se impuso protagonismos personales e intereses mezquinos
En su homilía de este domingo el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez lamentó que la falta de unidad es señal de que se han impuesto los "protagonismos personales y los intereses mezquinos", por lo que si no se alcanza la unidad es porque ha prevalecido la "exclusión" y la "rigidez" de los distintos planteamientos, dijo Báez bajo el contexto de la fallida unidad de sectores de oposición en Nicaragua, donde también el régimen de Daniel Ortega comenzó a excluir a partidos políticos como el PRD-Coalición Nacional y busca inhibir a figuras como Cristiana Chamorro.
“Cuando solo hay diversidad y falta la unidad es señal de que se han impuesto los protagonismos personales y los intereses mezquinos. Si no se alcanza la unidad es porque ha prevalecido la exclusión y la rigidez de los distintos planteamientos, es porque ha faltado capacidad de escucha recíproca y de sacrificio en favor el bien de todos. Nos hemos cerrado al Espíritu” expresó el religioso en su homilía.
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De igual manera manifestó que “otras veces se busca la unidad sin respetar la diversidad, obligando a que todos piensen igual y hagan las cosas del mismo modo. Cuando se sacrifica la diversidad, se cae en la uniformidad, que produce sometimiento, bloquea la creatividad y anula la libertad de las personas” refirió Monseñor Báez este domingo.
Por lo que refiere que sólo el Espíritu de Jesús nos hace fuertes en la debilidad y nos consuela en la aflicción para que seamos capaces de resistir al mal y consolar a quien sufre con nuestra oración y nuestra cercanía amorosa.
“Sin el soplo de Jesús, que es el Espíritu de la Verdad que “nos conduce a la verdad completa”, no sabríamos discernir a la luz del evangelio lo que acontece en la vida y en la sociedad, viviríamos engañados por las falsedades del mal y seríamos zarandeados por cualquier moda o ideología” agregó el obispo auxiliar de Managua.
Al concluir con su homilía el religioso manifestó que “Sin el Espíritu de Jesús, que es “el poder de lo alto”, no podríamos ser testigos del amor, ni artesanos de paz, ni profetas que denuncien la injusticia y ni siquiera seres humanos bondadosos dispuestos a ayudar y consolar, necesitamos el viento y el fuego del Espíritu. Sólo él nos consuela en la aflicción, sana nuestras heridas y nos comunica la paz de sentirnos amados infinitamente” enfatizó Báez