Desentierro de una mujer para “resucitarla” en Waspam, Nicaragua resalta inoperancia de autoridades
Tras cinco días de velación, la aplicación de un ritual de resucitación, la esperanza de un milagro y la descomposición del cuerpo, la familia de la joven miskita María Isabel López Francis, de 23 años, la despidió por segunda vez de forma definitiva en el cementerio de la comunidad Saklin, en Waspam, Caribe Norte de Nicaragua.
El inusual caso comenzó el pasado 12 de febrero, cuando María Isabel fue enterrada tras su fallecimiento. Sin embargo, al tercer día, sus familiares la desenterraron motivados por personas que les aseguraban que aún estaba viva.
A ocho días de su muerte, el caso de María Isabel López Francis continúa envuelto en un halo de misterio, entre rumores, creencias ancestrales y la esperanza de un milagro.
Versiones extraoficiales, aún sin confirmar, alimentan la incertidumbre. Una de ellas relata que un vecino escuchó golpes en la bóveda y alertó a la familia. Otra indica que una llamada telefónica anónima mencionó que María Isabel había sido enterrada viva.
Este caso ha generado debates locales e internacionales en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes apoyan la decisión familiar basada en sus tradiciones y quienes critican la intervención de personas sin escrúpulos que alimentaron falsas esperanzas.
Más allá de las creencias ancestrales, la historia de María Isabel deja entrever que ni la Policía en Nicaragua ni el Ministerio de Salud (Minsa) intervinieron en el caso de esta joven miskita y hasta su segundo entierro realizado la mañana de este 20 de febrero se mantiene el silencio oficial.
Por su parte, las autoridades sanitarias de Nicaragua aún no han emitido un comunicado oficial que esclarezca la causa de la muerte de María Isabel López Francis. Tampoco se han pronunciado sobre el inusual hecho de su desentierro que estuvo a la vista de todos y no intervinieron. El curioso caso fue destacado en medios nacionales e internacionales.