Policía de Nicaragua detiene al padre Danny García de la parroquia San Juan Bautista en Muy Muy
La activista Haydee Castillo denunció la detención del sacerdote Danny García de la parroquia San Juan Bautista en el municipio de Muy Muy, Matagalpa. El arresto se realizó la noche del jueves 15 de agosto en la casa cural
La policía sandinista detuvo al padre Danny García, sacerdote de la parroquia San Juan Bautista en el municipio de Muy Muy del departamento de Matagalpa, informó la defensora de derechos humanos Haydee Castillo. El religioso fue sacado de la casa cural la noche del jueves 15 de agosto.
En la red social X, Castillo escribió “Urgente La dictadura Ortega avanza aniquilando la libertad religiosa sin que ninguna autoridad de la iglesia dentro de Nicaragua alce la voz”.
Previo a la detención, circularon fotografías del asedio policial contra el religioso “Después del asedio anoche a la casa cural San Juan Bautista en Muy Muy, Diócesis de Matagalpa secuestran al padre Danny Garcia”, denunció Castillo.
Alarmante persecución
Esta semana la CIDH denunció que entre el 1 y el 10 de agosto pasado, a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), recibieron información sobre el despliegue de operativos y allanamientos realizados por la Policía Nacional en distintas casas curiales y propiedades de la Iglesia católica nicaragüense.
Como resultado de esos operativos, 12 sacerdotes y al menos dos colaboradoras de la Iglesia católica fueron detenidas, la mayoría vinculadas con las Diócesis de Matagalpa o de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, y que dirige desde el exilio el obispo excarcelado y desnacionalizado Rolando Álvarez.
Ese organismo precisó que el pasado 8 de agosto, siete de esos sacerdotes fueron expulsados de Nicaragua y trasladados hacia el Vaticano después de permanecer varios días detenidos en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua.
"Desde octubre de 2023, más de 200 personas religiosas han sido desterradas, expulsadas o les fue negado el ingreso al país", advirtió.
En total, desde 2018, 46 sacerdotes y obispos han sido excarcelados y expulsados al Estado Vaticano o a los Estados Unidos, agregó.
Según la CIDH, actualmente otros laicos vinculados con la Iglesia católica permanecen en prisión, entre ellos los colaboradores de Cáritas Estelí.
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