Fallece en Estados Unidos un sacerdote nicaragüense
La Arquidiócesis de Managua informó del fallecimiento del sacerdote nicaragüense Wilfredo José Medrano Mena, ocurrido el pasado 8 de enero en Estados Unidos.
El padre Medrano, brindó su servicio pastoral en las comunidades de Las Maderas y Villa El Carmen, ambas en la capital Managua, y deja un legado de entrega y humildad.
En un comunicado oficial, la Arquidiócesis, en nombre del Cardenal Leopoldo José Brenes y el clero arquidiocesano, expresó su “profundo pesar” por la partida del sacerdote y extendió sus condolencias a los familiares. El Cardenal también invitó a los fieles a elevar oraciones ya los sacerdotes a ofrecer la Eucaristía por el descanso eterno del padre Medrano.
Fuentes vinculadas al clero indicaron que el sacerdote no formaba parte de la lista de religiosos exiliados o desterrados por el régimen de Nicaragua, y supuestamente su estancia en Estados Unidos, respondía a motivos de salud.
Sin embargo, la página de Facebook Panorama Católico informó que, aunque no estaba en la lista de sacerdotes desterrados, “se exilió debido a la persecución religiosa que vive el cristianismo en Nicaragua” y que además, luchaba contra un cáncer.
Se desconoce si los restos del religioso serán trasladados a Nicaragua.
El fallecimiento del padre Medrano ha generado numerosas muestras de pesar en parroquias, comunidades laicas y sacerdotales de diversas diócesis del país.
La parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de la Comunidad Las Maderas en Managua, donde el padre Medrano fue su primer guía espiritual, publicó una emotiva nota de duelo en la que se lee:
“Lamentamos profundamente el sensible fallecimiento del padre Wilfredo José Medrano Mena, nuestro primer guía espiritual en nuestra comunidad parroquial, quien dejó una huella imborrable en nuestros corazones. Fue un pastor cercano, un hombre de fe y un ejemplo de entrega a Dios ya su pueblo”.
La publicación continúa: “Muchos de nosotros vivimos momentos significativos de nuestras vidas bajo su cuidado: bautismos, primeras comuniones y eucaristías que fortalecieron nuestra fe. Hoy, al despedirlo, nos queda el consuelo de saber que su misión en la tierra fue cumplida con amor y dedicación”.
El comunicado social de la Arquidiócesis incluye un versículo del libro de Romanos como homenaje: “Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor. Tanto en la vida como en la muerte somos del Señor” (Romanos 14, 8).