Opositores en Nicaragua dicen que tienen que ser más beligerantes ante un Ortega más débil en el 2021
Opositores aseguran que el 2021 es el año de la unidad para sacar a Ortega del poder, pero también reconocen deben estar preparados con denuncia y movilización, ante un eventual fraude electoral del régimen para mantenerse en el poder
Emiliano Chamorro Mendieta
El dictador Daniel Ortega, cerrará el año 2020 con un saldo espeluznante en materia de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, políticos y civiles en Nicaragua, aplastando totalmente las libertades públicas ciudadanas. Sn embargo, el caudillo, atornillado en el poder desde el 2007, está más débil, aseguran opositores.
“Toda la oposición y el sector privado deberá ser más beligerante en su organización y demanda frente a Daniel Ortega. El 2021 que es un año electoral y muy decisivo para el cambio en Nicaragua, todos los nicaragüenses debemos apostar a ser más beligerantes frente a la dictadura Ortega-Murillo, quien pese a que se sostiene por las armas y la represión está aún más débil”, asegura la opositora, Olama Hurtado Chamorro, de la organización opositora Unidad Nacional.
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Para la joven opositora, Ortega ha desencadenado una política de miedo contra la población a través de leyes represivas y un estado policial que mantiene cada vez más un control social contra la ciudadanía.
“Así es, Ortega promueve el miedo, pero el también tiene miedo y nosotros no nos podemos llenar de miedo, debemos tener esperanza y llenarnos de energía de que vamos a sacar a Ortega en el 2021 a través de la vía civilizada, pero eso será posible siempre que nos unamos; el 2021, es el año para que Nicaragua regrese a su libertad y con esperanza y fe en Dios, vamos a ser libres de tiranía”, dijo Hurtado, también expresa política de la dictadura.
Pallais: No podemos quedarnos paralizados frente a la opresión
Para el opositor y analista político, José Pallais Arana, el régimen de Daniel Ortega, si bien es cierto, mantiene bajo secuestro al pueblo de Nicaragua, asegura también que el dictador está débil y aislado internacionalmente. Sin embargo, el también directivo de la Coalición Nacional, plantea que el 2021, es el año en el que la unidad opositora debe ser una realidad, para sacar a Ortega del poder.
“Ortega está débil y temeroso y solamente se sostiene por la represión de un sistema policial en el que ha cubanizado el país. En el 2021 es factible empujar el cambio que el pueblo está demandando. No podemos quedarnos paralizados frente a la opresión ni al temor, porque el que más teme es Ortega. El 2021 es el año de la unidad de todo el pueblo y aprovechar la salida de la dictadura por la vía cívica y democrática que hoy pareciera difícil, pero que hoy, desde luego, podremos alcanzar si nos unimos y trabajamos todos para lograrlo”, sostuvo Pallais.
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El gran reto de la oposición para el 2021 será su fortaleza en la unidad y capacidad de maniobrar para obligar a Ortega a impulsar una verdadera reforma electoral que transparente el sistema electoral, también en manos del régimen.
Preparados ante condiciones electorales o fraudes
El politólogo José Dávila, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia de Nicaragua, es de los cree que para el 2021 se debe dar la unidad entre las fuerzas políticas y sociales con principios y proyección democrática.
“A mi me parece que lo que debemos hacer en la oposición es constituir una alianza o una unidad entre las fuerzas legítimas, representativas y con proyección democráticas en Nicaragua. Acá deben caber todos los movimientos sociales, estudiantes y campesinos ligados a la lucha cívica de abril de 2018 que estén dispuestos a dar la batalla electoral, siempre y cuando hayan elecciones libres”, asegura Dávila, también experto en temas electorales.
En la posibilidad de que Ortega haga un fraude electoral en noviembre de 2021, Dávila sostiene que la oposición también deberá estar preparada para enfrentarlo a través de la movilización y la denuncia.
“Si no hay condiciones electorales, tenemos que hacer una estrategia de movilización y denuncia; de acciones cívicas en que se demuestre que en Nicaragua si existe una oposición beligerante y para eso se requiere la unidad entre la sociedad civil y algunos partidos políticos con planteamientos serios de exigir elecciones libres, exigir reformas electorales, dar la batalla electoral y si al final Ortega no permite nada de condiciones y hace un nuevo fraude, pues no desmayar, sino seguir con la movilización, la concientización y la denuncia porque eso va convertir a la población en una masa crítica que es la que tiene que hacer el cambio y el cambio va venir”, planteó Dávila.