Alex Hernández: “Hugo Torres me pidió que le hablara de Dios” para que lo perdonara
Alex Hernández, uno de los 222 presos políticos desterrados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, compartió su testimonio en el programa 100% ENTREVISTAS transmitido por 100% NOTICIAS, en donde dijo que en la cárcel del Chipote hubo personas que lo acercaron a Dios.
Desde Estados Unidos, Alex Hernández compartió que en las celdas del Chipote, los presos políticos Miguel Mora, Yader Parajón, Lesther Alemán y Dora María Téllez daban palabras de esperanza al resto de reos de conciencia.
“Miguel Mora se dedicó por un tiempo en la noche a darnos un mensaje de fe, de esperanza y de cómo Dios había actuado en su vida, incluso algunas veces a como él decía, dominando con la fuerza del espíritu, dominar a aquellos policías que querían dominarnos”, compartió Alex Hernández.
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Otras de las personas que lo aferró a Dios es el exprisionero Yader de los Ángeles Parajón, quien por varias semanas dirigió el rezo del rosario en horas de la noche. Los reclusos de celdas cercanas tenían asignado un misterio del rezo por día.
“Había una persona designada para hacer la oración cada noche, independientemente de su religión”, recordó el expreso político.
Durante su encierro, en los momentos que oraban, la exguerrillera Dora María Téllez, quien se declaraba “sin religión”, dio mensajes de esperanza.
“En algún momento, Dora nos transmitió mensajes positivos, sobre todo en la noche del 24 de diciembre que me dijo ‘esta es mi cartita para el niño Dios’”, añadió.
El canto de Lester Alemán
Cuando el sistema de cárcel fue duro, Lester Alemán, el joven que en mayo de 2018 encaró a Daniel Ortega por las muertes de los nicaragüenses a manos de Policías y paramilitares, entonaba cantos que resonaban en todo el pabellón.
“Lesther de vez en cuando, en los días que estábamos sometidos en un silencio absoluto, se ponía a cantar. Como tiene una voz potente y sonora, inundaba todo el módulo. Ya en los últimos días me sume a hacer oraciones”, recordó Hernández.
“A pesar de todo lo que han querido hacer para que nosotros estemos quebrados, no he visto a una sola persona aquí, en la que su cara demuestre sufrimiento y desesperanza”, dijo.
Hugo Torres conoció a Dios
Con un sentimiento de nostalgia, Alex Hernández, quien en su momento compartió celdas con el ex guerrillero Hugo Torres, quien decía no creer en Dios, aseguró que poco antes de fallecer, pudo conocer a Dios.
“Hugo, siempre a pesar de sus molestias y sus dolores, siempre se mantuvo fuerte y con fe. Un día me dijo ‘háblame de Dios’”, recordó.
“Hugo Torres me preguntaba por Dios. ‘Dios es bueno, ¿será que Dios me va a recibir?, ¿será que Dios va a perdonar mis culpas?’”, eran las palabras que el exguerrillero le preguntaba en las celdas.
“Quiero tener ese consuelo de que si Dios puede recibirme a pesar de que lo comencé a buscar ahorita”, preguntaba a cada momento el legendario Hugo Torres.
Al ser consultado si Hugo Torres conoció a Dios antes de morir, Alex Hernández respondió: “Me atrevería a decir que sí”.
Captura violenta
La noche del 23 de agosto de 2021, Alex Hernández fue detenido cuando caminaba por una calle de Managua. Fue golpeado fuertemente por los agentes policiales quienes además lanzaron una serie de ofensas en su contra.
Al momento de su captura, Alex se dirigía a un cajero a sacar dinero porque a la mañana siguiente tenía planeado salir del país para resguardar su vida. Esa noche, varios paramilitares y policías lo rodearon en una gasolinera para apresarlo.
“Eso es una salvajada la cantidad de hombres y recursos que ocupan para capturar a una sola persona. Salieron de las puertas y se pusieron encima del carro. ‘Dale hijo de p… quedate ahí’, gritaron los paramilitares e inmediatamente cayeron como seis o siete patrullas, pero eso fue una cuestión de segundos”, recordó.
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Cuando lo detuvieron, fue golpeado salvajemente. “Me capturan, me tiran al suelo, me patearon, me pegaron un buen golpe en la cabeza, me metieron otro buen golpe en el estómago, me sacaron el aire, pero es una cantidad absurda de gente y de recursos para capturar a una persona que estaba desarmada y que iba caminando tranquilamente por el centro de Managua”, recordó el exprisionero político.
“Uno de los captores me traía contra la llanta y me presionaba con su pie en la nuca”, relató Hernández.